Felicidades a este peque hermoso, y que cumpla muchos más con alegría, salud y queriendo mucho a su madre, Mónica, que con desprendimiento de retina y todo lo dio a luz y lo ha criado y amado como a nadie. Y mucho ánimo, madre de Santi, que eres todo un ejemplo de valentía y fortaleza, que a pesar de las recaídas aquí estás, campeona, contándonos que sigues y seguirás adelante a pesar de los pesares.
miércoles, 20 de octubre de 2010
jueves, 7 de octubre de 2010
Tres meses y medio después de la extracción
Mi ojo está ahora así (he aplicado contraste a la foto para que se vea mejor la pupila):
El pasado viernes tuve revisión y la retina sigue en su lugar. Parece ser que el período de mayor riesgo ha pasado, pero como con estas cosas nunca se sabe, sigo cruzando los dedos para que no se vuelva a desprender. Y por supuesto, sigo tomando ciertas precauciones.
La siguiente cita ya me la han dado para enero. Quieren dar tiempo a la pupila a recuperar su tamaño. Va poco a poco, pero va. Quizá en enero ya pueda graduar la vista. De momento, el ojo sigue viendo muy borroso, aunque el exceso de luz parece ir remitiendo. Toca echarle paciencia y confiar en que todo saldrá bien. Por suerte, mi otro ojo está comportándose como un campeón y me permite trabajar y hacer una vida perfectamente normal.
Veremos (espero). ;-)
El pasado viernes tuve revisión y la retina sigue en su lugar. Parece ser que el período de mayor riesgo ha pasado, pero como con estas cosas nunca se sabe, sigo cruzando los dedos para que no se vuelva a desprender. Y por supuesto, sigo tomando ciertas precauciones.
La siguiente cita ya me la han dado para enero. Quieren dar tiempo a la pupila a recuperar su tamaño. Va poco a poco, pero va. Quizá en enero ya pueda graduar la vista. De momento, el ojo sigue viendo muy borroso, aunque el exceso de luz parece ir remitiendo. Toca echarle paciencia y confiar en que todo saldrá bien. Por suerte, mi otro ojo está comportándose como un campeón y me permite trabajar y hacer una vida perfectamente normal.
Veremos (espero). ;-)
martes, 7 de septiembre de 2010
Dos meses y medio después de la extracción
Mi ojo ahora está así:
Ayer, lunes 6 de septiembre, tuve la siguiente revisión. El doctor Ramos me atendió esta vez, y fue, como siempre, muy amable.
Primero, a intentar ver las letras por entre los agujeritos esos con los que nunca veo nada. Bueno, esta vez vi un poquito más que otras veces, pero apenas.
Luego, examen de la retina con el oftalmómetro y la lente: mira arriba, abajo, derecha, izquierda... De momento, la retina sigue en su sitio. Me comentó el doctor que el período crítico ronda los tres meses después de la operación, y que durante este período hay que extremar las precauciones. Luego irán siendo poco a poco más permisivos, dejándome coger pesos, agacharme y esas cosas. Tengo que confesar que yo agacharme me agacho mucho, pues he descubierto que es imposible vivir un día sin agacharse, más aún teniendo gatos. Procuro, eso sí, no permanecer agachada mucho tiempo. Si he de hacerlo, me pongo de rodillas o me siento.
En cuanto a coger pesos, lo más pesado que cojo siguen siendo mis gatos. Si cojo algo más pesado, procuro sostenerlo muy pocos segundos, y si hay que sostenerlo más tiempo entonces sí pido que me echen un cable, generalmente a Emilio, que el hombre es un santo. Y es que viviendo independiente es imposible que en ocho meses que llevo con esto no me surjan ocasiones para agacharme o coger un peso. De momento me ha ido bien pues no he cometido ningún exceso y llevo una vida muy tranquila, así que espero que estos pequeños deslices que cometo no me pasen factura.
En esta revisión me miraron por primera vez el corte transversal de la retina, y la foto resultante fue muy similar a la que puso Raquel en su post tiempo ha.
Aquí hay una breve explicación (extraído de "Morfología del sistema nervioso"):
Mi retina estaba como esta de arriba. Si la retina hubiera dejado pasar líquido detrás, lo cual podría ser peligroso pues podría llegar a provocar algún desgarro, se vería algo similar a esto (lo he hecho yo, así que no será muy fiable):
Así que, por este lado, buenas noticias también.
Le pregunté al doctor por qué sigue aumentando la presión ocular aun cuando ya me han extraído el aceite de silicona. Muy solícito y pese a que tenían un día ocupadísimo, me contó (y me lo mostró en un póster del interior del ojo que tenían en la pared) que hay determinados conductos que drenan el líquido del interior del ojo y que posiblemente las burbujitas de aceite que me han quedado dentro del ojo los están obturando, lo que hace que aumente la presión en el interior. Con el tiempo, lo más probable es que los conductos queden abiertos de nuevo y la presión vuelva a bajar. A veces no sucede, pero es raro. De momento, el Timoftol es mi amigo. Pongo una gotita por la mañana y otra por la noche y hasta ahora ha funcionado muy bien. Ayer tenía la presión en 17, muy correcta. No me preguntéis 17 qué, que eso aún no me he puesto a investigarlo.
Y nada más. Sigo sin ver por ese ojo, está todo tan borroso que se puede decir que lo tengo completamente inutilizado. El doctor me dijo que es probable que durante los seis meses siguientes a la operación de extracción vaya recuperando vista, pero será difícil que llegue a tener la visión que tenía antes del desprendimiento.
La verdad, mientras la retina siga ahí yo me doy con un canto en los dientes.
Hace un mes, el día 9 de agosto, tuve una revisión, pero no me dijeron nada nuevo: pupila aún muy dilatada, intento frustrado de graduar... La doctora me dijo que existía la posibilidad de que durante la operación se hubiera roto el músculo que dilata la pupila y que, por tanto, tal vez nunca volviera a su tamaño original. Sin embargo, al mirar el ojo de cerca con la lente y el foco, por más dilatada que estuviese la pupila reaccionó un poco a la luz, así que el músculo está bien. Simplemente se trata de tener paciencia y esperar. Ahora está algo más pequeña, pero va muy poquito a poco.
Hace dos semanas interrumpí definitivamente el Tobradex. Hace una semana, el Oftalar. Las únicas gotas que sigo poniendo son Timoftol, para controlar la presión ocular.
Hace dos semanas interrumpí definitivamente el Tobradex. Hace una semana, el Oftalar. Las únicas gotas que sigo poniendo son Timoftol, para controlar la presión ocular.
Ayer, lunes 6 de septiembre, tuve la siguiente revisión. El doctor Ramos me atendió esta vez, y fue, como siempre, muy amable.
Primero, a intentar ver las letras por entre los agujeritos esos con los que nunca veo nada. Bueno, esta vez vi un poquito más que otras veces, pero apenas.
Luego, examen de la retina con el oftalmómetro y la lente: mira arriba, abajo, derecha, izquierda... De momento, la retina sigue en su sitio. Me comentó el doctor que el período crítico ronda los tres meses después de la operación, y que durante este período hay que extremar las precauciones. Luego irán siendo poco a poco más permisivos, dejándome coger pesos, agacharme y esas cosas. Tengo que confesar que yo agacharme me agacho mucho, pues he descubierto que es imposible vivir un día sin agacharse, más aún teniendo gatos. Procuro, eso sí, no permanecer agachada mucho tiempo. Si he de hacerlo, me pongo de rodillas o me siento.
En cuanto a coger pesos, lo más pesado que cojo siguen siendo mis gatos. Si cojo algo más pesado, procuro sostenerlo muy pocos segundos, y si hay que sostenerlo más tiempo entonces sí pido que me echen un cable, generalmente a Emilio, que el hombre es un santo. Y es que viviendo independiente es imposible que en ocho meses que llevo con esto no me surjan ocasiones para agacharme o coger un peso. De momento me ha ido bien pues no he cometido ningún exceso y llevo una vida muy tranquila, así que espero que estos pequeños deslices que cometo no me pasen factura.
En esta revisión me miraron por primera vez el corte transversal de la retina, y la foto resultante fue muy similar a la que puso Raquel en su post tiempo ha.
Aquí hay una breve explicación (extraído de "Morfología del sistema nervioso"):
Mi retina estaba como esta de arriba. Si la retina hubiera dejado pasar líquido detrás, lo cual podría ser peligroso pues podría llegar a provocar algún desgarro, se vería algo similar a esto (lo he hecho yo, así que no será muy fiable):
Así que, por este lado, buenas noticias también.
Le pregunté al doctor por qué sigue aumentando la presión ocular aun cuando ya me han extraído el aceite de silicona. Muy solícito y pese a que tenían un día ocupadísimo, me contó (y me lo mostró en un póster del interior del ojo que tenían en la pared) que hay determinados conductos que drenan el líquido del interior del ojo y que posiblemente las burbujitas de aceite que me han quedado dentro del ojo los están obturando, lo que hace que aumente la presión en el interior. Con el tiempo, lo más probable es que los conductos queden abiertos de nuevo y la presión vuelva a bajar. A veces no sucede, pero es raro. De momento, el Timoftol es mi amigo. Pongo una gotita por la mañana y otra por la noche y hasta ahora ha funcionado muy bien. Ayer tenía la presión en 17, muy correcta. No me preguntéis 17 qué, que eso aún no me he puesto a investigarlo.
Y nada más. Sigo sin ver por ese ojo, está todo tan borroso que se puede decir que lo tengo completamente inutilizado. El doctor me dijo que es probable que durante los seis meses siguientes a la operación de extracción vaya recuperando vista, pero será difícil que llegue a tener la visión que tenía antes del desprendimiento.
La verdad, mientras la retina siga ahí yo me doy con un canto en los dientes.
martes, 20 de julio de 2010
Tercera revisión (bis)
Mi ojo sigue igual o parecido, ahora está así:
Ayer tuve la revisión y me atendió la doctora Peña, que es una chica joven (la misma que me operó junto con el doctor Ramos), con acento argentino, muy agradable, pero mucho menos locuaz que el doctor Peris. A la mayoría de mis preguntas responde con cara de desconcierto o de circunstancias, supongo que porque el tema lo merece y poco más se puede añadir... pero echo de menos la elocuencia del doctor Peris, a pesar de su pesimismo.
Al llegar a la consulta, la doctora me preguntó qué tal y me hizo sentarme en una silla y de pronto me tapó el ojo izquierdo (el operado) y, sin quitarme las gafas, comprobó qué tal veía con el derecho. Como las gafas son nuevas, pues muy bien, claro. Luego me fue a graduar el izquierdo, a ver qué tal veía con las gafas. Yo no me podía creer que me fuera a preguntar si veía algo. Me daba la risa sólo de pensarlo.
Aquí cabe recordaros la historia de mis gafas nuevas. Como relaté en su día, yo tenía unas gafas prehistóricas con las que no veía gran cosa, pero como sólo las usaba para leer y para casi todo lo demás usaba lentillas, pues no me importaba y no tenía prisa por actualizarlas. De hecho, un día me dio el impulso de ir al oftalmólogo a graduarme para hacerme unas y me dijo que para qué me las iba a hacer, si con las lentillas estaba tan bien, que me dejara de gastar dinero en cosas inútiles. Así que no me las hice. Un día de pronto se me desprende la retina y ya no uso tanto las lentillas (o la lentilla, debería decir), así que me hago unas gafas nuevas. Pero resulta que, en vez de las ocho y pico dioptrías que tenía antes, por la silicona y complicaciones varias tengo sólo dos y pico. Así que me hago un cristal de dos y pico dioptrías, que ni de lejos se acerca a mi visión antes de la operación.
Así que allí me encontraba, con la doctora convencida ya (por mi ojo derecho) de que las gafas estaban actualizadas y que podía juzgar el estado de mi ojo (respecto a antes de la operación) basándose en ellas. Va y me pregunta para dónde mira la letra.
―Pero si no veo ni la pantalla...
Tremenda la cara sorpresa que puso la chica.
―¿Ves la letra?
―Qué va, no veo ni que hay una letra.
Ahora una cara de susto que parecía a punto de mandarme de cabeza al quirófano.
―¿Pero ves la luz al menos??
―Sí, sí ―la doctora respiró un poco―. Veo allí como una mancha amarilla...
―¿Y así? ―y me puso el chisme ese de agujeritos con el que nunca veo nada.
―Eeeeeehhhh, síiii... bueeeeeno, la veo un poco... Está hacia la derecha.
―¿Y ahora? ―y disminuyó la letra un par de puntos.
―Ahora nada. Sólo la luz amarilla... No, dos, veo dos luces, no sé cuántas habrá pero veo dos.
Me destapó el ojo derecho. Había una sola pantalla con letras, claro, no dos. Creo que la doctora no sabía qué pensar, se quedó un poco fuera de juego y a mí me empezó a dar la risa.
Me puso en el oftalmómetro (el aparato de siempre, en el que apoyas la barbilla y la frente) y se puso a examinar mi retina: mira abajo, arriba, a la derecha... A mí me seguía dando la risa y no podía parar. Le pedía perdón, me serenaba cinco segundos, y me daba la risa de nuevo. Cuanto más intentaba no reírme, peor, así que me limité a tratar de mantener los ojos abiertos pese a la risa. Al final ya escuchaba la risa de Emilio a la vez que la mía, y la doctora ya tampoco podía contenerse. Al terminar, me miró desde el otro lado del aparato:
―Te has levantado risueña hoy, ¿eh?
Más risas.
Ya más calmados, me miró la tensión ocular y descubrió que la tensión en el ojo izquierdo había subido por encima de 20, así que me recetó de nuevo el Timoftol. Me suspendió el Ciclopléjico, lo cual debería hacer que mi pupila volviera muy poco a poco a su tamaño original, y sigo con el Oftalar y el Tobradex.
La retina sigue en su sitio. Le pregunté si a estas alturas ya se habría generado fibrina en caso de tener el gen. Me respondió que sí, y que seguramente ya no sucedería. Le pregunté entonces qué riesgo había de que se me desprendiera de un día para otro y a qué podía deberse, si la retina ya estaba pegada en su sitio. Aquí sobrevino una de sus miradas de desconcierto y no supo qué decirme. Acabó diciendo que no podía preverse y que me limitara a llevar una vida tranquila, que no me tirara de cabeza a la piscina y cosas de esas.
La próxima revisión será dentro de tres semanas. A ver si mi retina aguanta hasta entonces.
Ayer tuve la revisión y me atendió la doctora Peña, que es una chica joven (la misma que me operó junto con el doctor Ramos), con acento argentino, muy agradable, pero mucho menos locuaz que el doctor Peris. A la mayoría de mis preguntas responde con cara de desconcierto o de circunstancias, supongo que porque el tema lo merece y poco más se puede añadir... pero echo de menos la elocuencia del doctor Peris, a pesar de su pesimismo.
Al llegar a la consulta, la doctora me preguntó qué tal y me hizo sentarme en una silla y de pronto me tapó el ojo izquierdo (el operado) y, sin quitarme las gafas, comprobó qué tal veía con el derecho. Como las gafas son nuevas, pues muy bien, claro. Luego me fue a graduar el izquierdo, a ver qué tal veía con las gafas. Yo no me podía creer que me fuera a preguntar si veía algo. Me daba la risa sólo de pensarlo.
Aquí cabe recordaros la historia de mis gafas nuevas. Como relaté en su día, yo tenía unas gafas prehistóricas con las que no veía gran cosa, pero como sólo las usaba para leer y para casi todo lo demás usaba lentillas, pues no me importaba y no tenía prisa por actualizarlas. De hecho, un día me dio el impulso de ir al oftalmólogo a graduarme para hacerme unas y me dijo que para qué me las iba a hacer, si con las lentillas estaba tan bien, que me dejara de gastar dinero en cosas inútiles. Así que no me las hice. Un día de pronto se me desprende la retina y ya no uso tanto las lentillas (o la lentilla, debería decir), así que me hago unas gafas nuevas. Pero resulta que, en vez de las ocho y pico dioptrías que tenía antes, por la silicona y complicaciones varias tengo sólo dos y pico. Así que me hago un cristal de dos y pico dioptrías, que ni de lejos se acerca a mi visión antes de la operación.
Así que allí me encontraba, con la doctora convencida ya (por mi ojo derecho) de que las gafas estaban actualizadas y que podía juzgar el estado de mi ojo (respecto a antes de la operación) basándose en ellas. Va y me pregunta para dónde mira la letra.
―Pero si no veo ni la pantalla...
Tremenda la cara sorpresa que puso la chica.
―¿Ves la letra?
―Qué va, no veo ni que hay una letra.
Ahora una cara de susto que parecía a punto de mandarme de cabeza al quirófano.
―¿Pero ves la luz al menos??
―Sí, sí ―la doctora respiró un poco―. Veo allí como una mancha amarilla...
―¿Y así? ―y me puso el chisme ese de agujeritos con el que nunca veo nada.
―Eeeeeehhhh, síiii... bueeeeeno, la veo un poco... Está hacia la derecha.
―¿Y ahora? ―y disminuyó la letra un par de puntos.
―Ahora nada. Sólo la luz amarilla... No, dos, veo dos luces, no sé cuántas habrá pero veo dos.
Me destapó el ojo derecho. Había una sola pantalla con letras, claro, no dos. Creo que la doctora no sabía qué pensar, se quedó un poco fuera de juego y a mí me empezó a dar la risa.
Me puso en el oftalmómetro (el aparato de siempre, en el que apoyas la barbilla y la frente) y se puso a examinar mi retina: mira abajo, arriba, a la derecha... A mí me seguía dando la risa y no podía parar. Le pedía perdón, me serenaba cinco segundos, y me daba la risa de nuevo. Cuanto más intentaba no reírme, peor, así que me limité a tratar de mantener los ojos abiertos pese a la risa. Al final ya escuchaba la risa de Emilio a la vez que la mía, y la doctora ya tampoco podía contenerse. Al terminar, me miró desde el otro lado del aparato:
―Te has levantado risueña hoy, ¿eh?
Más risas.
Ya más calmados, me miró la tensión ocular y descubrió que la tensión en el ojo izquierdo había subido por encima de 20, así que me recetó de nuevo el Timoftol. Me suspendió el Ciclopléjico, lo cual debería hacer que mi pupila volviera muy poco a poco a su tamaño original, y sigo con el Oftalar y el Tobradex.
La retina sigue en su sitio. Le pregunté si a estas alturas ya se habría generado fibrina en caso de tener el gen. Me respondió que sí, y que seguramente ya no sucedería. Le pregunté entonces qué riesgo había de que se me desprendiera de un día para otro y a qué podía deberse, si la retina ya estaba pegada en su sitio. Aquí sobrevino una de sus miradas de desconcierto y no supo qué decirme. Acabó diciendo que no podía preverse y que me limitara a llevar una vida tranquila, que no me tirara de cabeza a la piscina y cosas de esas.
La próxima revisión será dentro de tres semanas. A ver si mi retina aguanta hasta entonces.
miércoles, 7 de julio de 2010
Segunda revisión (bis)
Ayer volví a revisarme y la retina sigue en su sitio. Ni el largo viaje en coche ni la subida al puerto de montaña me causaron ninguna molestia, y mi burbujita de aire ha desaparecido ya.
Mi ojo a día de hoy está así:
Ya se va viendo mejor, ¿no? Las imágenes del post anterior como que asustaban un poco, pero el ojo va evolucionando bien y ya no parezco Terminator.
La burbuja de aire disminuyó hasta desaparecer. Unos siete días después de la operación estaba así:
Al octavo día se había subdividido y era algo como esto:
Las burbujas pequeñitas se movían en torno a la grande y era entretenido verlas y ver cómo bailaban al mover la cabeza. :D
El noveno día ya era muy pequeñita y las miniburbujas habían desaparecido. En esta imagen añado un poco de la suciedad que veo, que supongo que estará ahí para los restos.
El décimo día la burbujita desapareció.
Veo muy borroso, con puntitos negros minúsculos por doquier y con un exceso de brillo importante, que supongo que se debe a la pupila dilatada. Pasarán aún bastantes semanas hasta que me gradúen, imagino. Si tuviese que estimar ahora cuántas dioptrías tengo, diría que 14 o 15. Ya os iré contando. En cualquier caso, eso es lo que menos me preocupa. Si no se me cae la retina de nuevo me consideraré feliz.
Ya me dejan ponerme en cualquier postura, aunque sigo sin poder agacharme, coger pesos, hacer gimnasia... Ayer y anteayer la superficie del ojo me picaba más de lo habitual, como si tuviera una pequeña herida abierta. La doctora Peña, que me revisó ayer, me comentó que podían ser los puntos que me dieron. Hoy ya no me molesta, por lo que supongo que la heridita en cuestión estará cerrando bien.
En cuanto a las gotas, tengo que seguir echando Tobradex y Acular (antiinflamatorio equivalente a Oftalar) tres veces al día, y el Ciclopléjico una vez al día, por la mañana.
Dentro de dos semanas, nueva revisión. Hasta entonces. :-)
En cuanto a las gotas, tengo que seguir echando Tobradex y Acular (antiinflamatorio equivalente a Oftalar) tres veces al día, y el Ciclopléjico una vez al día, por la mañana.
Dentro de dos semanas, nueva revisión. Hasta entonces. :-)
viernes, 25 de junio de 2010
Primera revisión (bis)
El miércoles tuve revisión, como sabéis, y bueno, de momento la cosa va bien. La retina está fija en su sitio y yo sigo de reposo, moviéndome lo imprescindible, evitando coger pesos, agacharme... El miércoles, el aspecto de mi ojo era este:
Al ir a la revisión, una enfermera me destapó el ojo y me limpió algunas costras que se habían formado en el lacrimal. El día de la operación se me caían algunas lágrimas con restos de sangre y por lo visto dejaron esa zona hecha un cristo, así que la enfermera tuvo que limpiarla durante un par de minutos, frotando bastante fuerte. Por suerte, el lacrimal no está sensible y se puede limpiar sin problemas. La enfermera me pidió disculpas, creyendo que me hacía daño, pero me apresuré a tranquilizarla, diciendo que no me dolía nada.
Luego el doctor me miró el fondo de ojo situándome en el aparato ese en que se posan la barbilla y la frente y me dijo que la retina estaba en su sitio y que todo parecía ir bien. Estábamos rodeados de estudiantes y tres de ellos hicieron cola para ver mi ojo. Con los dos primeros no hubo ningún problema. La tercera sí fue un problema. Mientras que todos los demás me abrieron el ojo correctamente para ver la retina, es decir, poniendo el dedo justo debajo de la ceja y más arriba del globo ocular y tirando hacia arriba, esta chica pretendió abrirme el ojo poniendo los dedos índice y pulgar sobre el globo ocular, justo por encima y por debajo de mis pestañas, tocándome el párpado justo sobre la pupila. Y pretendió abrir el ojo usando sus dedos como pinza. Lógicamente, me retiré del aparato y me disculpé, quejándome de que me hacía daño. Es molesto incluso en un ojo sano, pero en uno recién operado no os quiero ni contar. Segundo intento: lo mismo. Me volví a retirar y me pregunté para dónde estaba mirando el doctor. ¿Es que no podía enseñarle cómo se hacía? Tercer intento: más de lo mismo. "Es que si no lo abro no puedo ver la retina", protestó ella. "Pues los demás la vieron y no me hicieron daño", repliqué yo, mientras casi se me saltaban las lágrimas del dolor. Cuarto intento: mal. "Mira, espera, que lo abro yo", dije. Y ni corta ni perezosa, abrí mi ojo tirando con un solo dedo desde la ceja y santo remedio. "¿Lo ves ahora?", pregunté. "Sí, ahora lo veo", dijo ella. Ignoro si se fijó en cómo lo hacía yo, pero espero que se haya dado cuenta de que ella hacía algo mal y se moleste en aprender cómo se ha de hacer, y no sea del tipo de gente que dice que el paciente es un quejica y se quedan tan anchos. Aún me estaba mirando la retina cuando el doctor nos vio, a ella mirando y a mí sosteniendo mi párpado. "Anda, mira, hasta te ayuda", dijo el doctor con tono divertido. Tarde, compañero, podías haber mirado un poquito antes.
Le pregunté qué era lo que había dicho en la operación, eso de lo que se quejaban los pacientes cuando no conseguían sacar todas las burbujas del aceite de silicona. Me respondió que nos quejamos de ver moscas volantes que interfieren en nuestra visión, lo que se llama miodesopsia, que es lo que yo había oído.
La revisión no duró más. El doctor dijo que iba bien la cosa y me citó para el día 6 de julio. Le pregunté entonces si había algún problema en pasar un puerto de montaña... que me estaba planteando ir a Asturias la semana que viene. Me miró con cara de no saber qué decirme. "¿Qué hacemos?", dijo por fin sonriendo, "¿le quitamos las vacaciones?". Finalmente me dio permiso para ir, con la promesa de guardar reposo. Se me permite pasear y tal, pero nada de movimientos bruscos, agacharse, realizar esfuerzos... También me dejó claro que si me hubieran puesto gas no habría podido ir, pues no se puede ni subir a un puerto de montaña ni a un avión. A medida que se sube, el ojo empieza a doler porque el gas se expande y llega un punto en el que el dolor es tan insoportable que hay que bajar. Sin embargo, a mí me han puesto aire, así que no tendré ese problema. En conclusión, que el martes salimos para Asturias.
Quizá os preguntáis cómo veo en este momento cuando abro el ojo. Pues veo así:
Lo inferior es la burbuja de aire. Yo la veo abajo, pero debe de estar arriba flotando, porque ya sabemos que la retina lo pone todo patas arriba. Si me tumbo, se mantiene en su posición inferior, sin ladearse, flotando sobre el líquido del ojo. El que se vea negra creo que debe de ser un efecto de la luz. Si me pongo boca abajo, el tono se hace más clarito y ocupa toda mi visión. Veo a través de ella, pero muy poquito. El doctor me advirtió que esta burbuja desparecerá en pocos días. Es más, él decía que desaparecería ayer u hoy... pero no ha sido el caso.
Independientemente de esa burbuja, veo muy borroso tanto a través de ella como en la parte superior. Una vez extraído el aceite de silicona y con el ojo apretado por el cerclaje, es de suponer que tendré unas 10 dioptrías de miopía. Antes tenía 6,5 en lentilla, que serán unas 7,5 en gafa. Calculando unas dos dioptrías y pico más por culpa del cerclaje... pues sí, supongo que rondaré las 10. ¡Y que ese sea el peor de los males! Si no se me vuelve a desprender la retina, firmo ya mismo.
Sólo queda esperar. Os iré contando la evolución.
En lo único en lo que ha cambiado en estos dos días es en que ahora puedo abrirlo unos milímetros, mientras que hasta ayer se negaba. Molestias no tengo, lo cual es un alivio. Desde el martes sólo me he tomado dos Nolotiles y porque notaba pequeños pinchazos. En ningún momento he notado dolor agudo ni nada parecido.
Al ir a la revisión, una enfermera me destapó el ojo y me limpió algunas costras que se habían formado en el lacrimal. El día de la operación se me caían algunas lágrimas con restos de sangre y por lo visto dejaron esa zona hecha un cristo, así que la enfermera tuvo que limpiarla durante un par de minutos, frotando bastante fuerte. Por suerte, el lacrimal no está sensible y se puede limpiar sin problemas. La enfermera me pidió disculpas, creyendo que me hacía daño, pero me apresuré a tranquilizarla, diciendo que no me dolía nada.
Luego el doctor me miró el fondo de ojo situándome en el aparato ese en que se posan la barbilla y la frente y me dijo que la retina estaba en su sitio y que todo parecía ir bien. Estábamos rodeados de estudiantes y tres de ellos hicieron cola para ver mi ojo. Con los dos primeros no hubo ningún problema. La tercera sí fue un problema. Mientras que todos los demás me abrieron el ojo correctamente para ver la retina, es decir, poniendo el dedo justo debajo de la ceja y más arriba del globo ocular y tirando hacia arriba, esta chica pretendió abrirme el ojo poniendo los dedos índice y pulgar sobre el globo ocular, justo por encima y por debajo de mis pestañas, tocándome el párpado justo sobre la pupila. Y pretendió abrir el ojo usando sus dedos como pinza. Lógicamente, me retiré del aparato y me disculpé, quejándome de que me hacía daño. Es molesto incluso en un ojo sano, pero en uno recién operado no os quiero ni contar. Segundo intento: lo mismo. Me volví a retirar y me pregunté para dónde estaba mirando el doctor. ¿Es que no podía enseñarle cómo se hacía? Tercer intento: más de lo mismo. "Es que si no lo abro no puedo ver la retina", protestó ella. "Pues los demás la vieron y no me hicieron daño", repliqué yo, mientras casi se me saltaban las lágrimas del dolor. Cuarto intento: mal. "Mira, espera, que lo abro yo", dije. Y ni corta ni perezosa, abrí mi ojo tirando con un solo dedo desde la ceja y santo remedio. "¿Lo ves ahora?", pregunté. "Sí, ahora lo veo", dijo ella. Ignoro si se fijó en cómo lo hacía yo, pero espero que se haya dado cuenta de que ella hacía algo mal y se moleste en aprender cómo se ha de hacer, y no sea del tipo de gente que dice que el paciente es un quejica y se quedan tan anchos. Aún me estaba mirando la retina cuando el doctor nos vio, a ella mirando y a mí sosteniendo mi párpado. "Anda, mira, hasta te ayuda", dijo el doctor con tono divertido. Tarde, compañero, podías haber mirado un poquito antes.
Le pregunté qué era lo que había dicho en la operación, eso de lo que se quejaban los pacientes cuando no conseguían sacar todas las burbujas del aceite de silicona. Me respondió que nos quejamos de ver moscas volantes que interfieren en nuestra visión, lo que se llama miodesopsia, que es lo que yo había oído.
La revisión no duró más. El doctor dijo que iba bien la cosa y me citó para el día 6 de julio. Le pregunté entonces si había algún problema en pasar un puerto de montaña... que me estaba planteando ir a Asturias la semana que viene. Me miró con cara de no saber qué decirme. "¿Qué hacemos?", dijo por fin sonriendo, "¿le quitamos las vacaciones?". Finalmente me dio permiso para ir, con la promesa de guardar reposo. Se me permite pasear y tal, pero nada de movimientos bruscos, agacharse, realizar esfuerzos... También me dejó claro que si me hubieran puesto gas no habría podido ir, pues no se puede ni subir a un puerto de montaña ni a un avión. A medida que se sube, el ojo empieza a doler porque el gas se expande y llega un punto en el que el dolor es tan insoportable que hay que bajar. Sin embargo, a mí me han puesto aire, así que no tendré ese problema. En conclusión, que el martes salimos para Asturias.
Quizá os preguntáis cómo veo en este momento cuando abro el ojo. Pues veo así:
Lo inferior es la burbuja de aire. Yo la veo abajo, pero debe de estar arriba flotando, porque ya sabemos que la retina lo pone todo patas arriba. Si me tumbo, se mantiene en su posición inferior, sin ladearse, flotando sobre el líquido del ojo. El que se vea negra creo que debe de ser un efecto de la luz. Si me pongo boca abajo, el tono se hace más clarito y ocupa toda mi visión. Veo a través de ella, pero muy poquito. El doctor me advirtió que esta burbuja desparecerá en pocos días. Es más, él decía que desaparecería ayer u hoy... pero no ha sido el caso.
Independientemente de esa burbuja, veo muy borroso tanto a través de ella como en la parte superior. Una vez extraído el aceite de silicona y con el ojo apretado por el cerclaje, es de suponer que tendré unas 10 dioptrías de miopía. Antes tenía 6,5 en lentilla, que serán unas 7,5 en gafa. Calculando unas dos dioptrías y pico más por culpa del cerclaje... pues sí, supongo que rondaré las 10. ¡Y que ese sea el peor de los males! Si no se me vuelve a desprender la retina, firmo ya mismo.
Sólo queda esperar. Os iré contando la evolución.
miércoles, 23 de junio de 2010
Operación de extracción del aceite de silicona
Os escribo desde mi casa, sentada a la mesa frente al ordenador y el ojo cubierto con esparadrapo, por lo que desde ya os confirmo que no necesito estar boca abajo y que no me han puesto gas, sino aire, que se disipará en poquitos días. Pero os cuento en detalle cómo ha ido.
Teníamos cita a las siete y media y nos hicieron pasar a la habitación enseguida, después de corregir el papel del consentimiento, que por las prisas lo había firmado donde ponía "revoco el consentimiento" en vez de donde debía darlo...
En la habitación, como siempre, quitar toda la ropa menos las braguitas y los zapatos y calcetines, y ponerse una bata azul dejándola abierta por delante para conectar los electrodos. A continuación, entraron cada diez minutos a ponerme gotas dilatadoras y finalmente para poner también la vía en la mano. Esta vez me molestó un poco más que la vez anterior, escocía un poquito, pero sin llegar a mayores.
Esperamos hasta las nueve o así, quizá un poco menos. Vinieron a buscarme con la silla de ruedas y me llevaron por los pasillos hasta el quirófano, que estaba ocupado en ese momento. Me indicaron que me tendiera en una cama en la antesala del quirófano, un pequeño cuarto en el que dos enfermeras muy amables me preguntaron cómo estaba y, al contestar que sí estaba un poquito nerviosa (no mucho, la verdad), me pusieron un sedante suave que me causó un picor muy molesto en la vía. Algo debió de notar la enfermera, porque se puso a mirar el cable y a examinar la vía y descubrió que se había roto. De inmediato, la sacó y me puso otra que fue mucho más cómoda (como la recordaba) y que no me produjo ninguna molestia a la hora de pasar el líquido por ella. El sedante me hizo revolotear un poco entre las nubes durante un momento, pero no tardé mucho en descender y pisar tierra firme de nuevo. :-)
Me explicaron que me pondrían anestesia local, que sería mucho mejor porque no tendría que esperar tanto para comer y beber y que no me sentaría tan mal como la general... que no me había sentado mal, pero bueno. Llegó entonces el temido momento en el que te anestesian pinchando el ojo con la aguja. Con deciros que ya ni me acuerdo, creo que os lo digo todo. No pinchan el ojo, sino debajo de él, y ni siquiera ves la aguja porque la acercan desde abajo. El pinchazo es casi imperceptible. No voy a decir totalmente imperceptible, pero de "temido momento" nada. Pasa sin más y casi ni te enteras, al menos en mi caso. Siendo ese el mayor de mis temores, en ese momento me tranquilicé bastante.
Pasamos al quirófano tras unos quince minutos de cháchara, y hacía un frío que pelaba. Al verme temblar me cubrieron con dos sábanas verdes y me dijeron que enseguida me pondrían la sábana estéril, que seguramente me haría pasar calor. La susodicha sábana no se hizo esperar mucho, ni el comienzo de la operación tampoco. El doctor tenía una voz suave, calmante, y me preguntaba de vez en cuando alguna cosita o me informaba de lo que iba a hacer. Me dijeron que a partir de ese momento no debía ni hablar ni moverme. Me pusieron la sábana que habían dicho y me cubrieron la cara con ella o quizá con otra aparte, no estoy segura. Era una funda con adhesivo por dentro para pegar en la cara (no con fuerza depilatoria, pero sí con suficiente sujeción para aguantar sin moverse) y una ventana para que el ojo izquierdo quedara visible. Si abría el otro podía ver la luz que se filtraba a través del tejido verde, pero lo mantuve cerrado casi todo el tiempo. Me dio miedo sofocarme, porque cuando a veces meto la cabeza debajo de las sábanas noto una leve sensación de ahogo (psicológica), pero allí no tuve ningún problema. Tal vez porque tenía problemas más graves que atender, jeje.
Empezó la operación. No me notaba sedada y me puse tensa. Cada pocos minutos, cuando percibía mis miembros agarrotados de la tensión, intentaba relajarme, pero antes de que me diera cuenta ya estaba tensa de nuevo, y vuelta a intentar relajar los músculos. Empecé a percibir que me tocaban el ojo. Comenté en voz alta que lo notaba. Dijeron que añadirían más anestesia. Al poco, volví a decir que seguía notando cosas. Con su tranquilizadora voz, el doctor me informó que no podían quitarme el sentido del tacto, con lo cual percibiría el instrumental enredando por mi ojo, pero añadió que no sentiría dolor. Así que durante toda la operación estuve notando cuándo entraba una aguja o cuándo salía. El dolor tampoco era nulo, dejaba como un residuo molesto y constante, un dolor sordo y muy suave durante toda la operación. El pinchacito que más noté fue uno que me sobrevino cuando me estaban aplicando el láser, y tampoco fue reseñable, aunque sí asustaba un poco, porque me daba por pensar si el siguiente dolería más y tendría que empezar a gritar que me durmieran. Nada de esto pasó, por suerte. En realidad, más que de dolor hablaría de sensaciones desagradables.
Ver también veía algo. Yo pensaba, por lo que habia leído, que la anestesia haría que todo lo viese negro, pero no. Percibía cuándo apagaban y encendían la luz, notaba diferentes cambios de luz según aplicaban el láser o el aspirador de silicona e incluso llegué a ver las agujas a contraluz. Obviamente, todo muy difuso, más que nada luces y sombras. La aguja no era más que una sombra que me tapaba la luz, y por eso la veía, supongo. Lo que mejor veía de todo eran las burbujitas de silicona, era como si estuviera viendo bacterias por un microscopio. Las veía bailar de un lado a otro, y las veía trazar divertidas espirales cuando activaban el aspirador.
Me operaron el doctor Paco Ramos y una chica joven, argentina, de voz también agradable y con ese acento inconfundible y cantarín. Ella fue quien empezó, bajo la supervisión de él. Él lo iba observando todo y le iba diciendo cómo debía proceder, le daba consejos, le explicaba lo que iba viendo y le ayudaba a interpretarlo. Se lo explicaba todo tan bien, que yo misma me iba enterando con lujo de detalles de lo que iba sucediendo, y ello me permitía interpretar las luces y sombras que iba percibiendo, así como los sonidos y sensaciones.
Primero fue aspirar el aceite. Debían de tener una pantallita en la que se iba viendo todo, y él le iba diciendo qué era cada cosa y cómo acercarse mejor al aceite para no dañar el ojo: "Entra directamente hacia el centro del globo, así evitarás rozar el cristalino". El hombre insistía mucho en esto, quería evitar a toda costa dañar el cristalino, cosa que le agradezco... "Esas burbujas de silicona las dejamos, que están muy cerca del cristalino", "ese trocito de vítreo no lo quitamos en su día porque está muy pegado a ese vaso sanguíneo y podríamos provocar una hemorragia", "esto de aspirar el aceite es como jugar con burbujas de jabón, es difícil cazarlas todas". Y lo cierto es que a ella le llevó largo rato perseguir y extraer buena parte de la silicona. Se ponía a aspirar unas cuantas burbujas y de pronto decía: "¡Uy, mira cuántas están apareciendo!", y entonces yo veía bonitas espirales de burbujas moverse hacia un centro imaginario. El doctor comentó varias veces que era casi imposible quitarlas todas y que al final los pacientes se acababan quejando de no recuerdo qué debido a los restos que quedaban. Le preguntaré mañana, que tengo la próxima revisión. Me causó una gran impresión oír explicar al doctor que el globo ocular se podía mover hacia allí o allá, según conviniera. En esos momentos me imaginé mi pobre ojito con forma de cacahuete siendo vapuleado y creo que fue uno de esos momentos en los que me puse tensa y apreté los dientes sin darme cuenta...
Después de toda esa persecución burbujil, el doctor tomó las riendas y aplicó él el láser. Una enfermera preguntaba: "¿Disparo?", y él: "Disparo". Y yo venga a ver luces y a notas ligerísimas molestias (salvo el pinchacito que comenté antes). Hizo un círculo de 360 grados con láser, por recomendación del otro doctor, Peris, que dijo que le había llamado esta mañana expresamente para recordárselo, pues sabía que me tocaba operarme hoy. En un momento dado le oí decir: "Mira, este es el pequeño montículo que encontró Peris". Se refería a mi "tienda de campaña". Espero que la dejara reparadita y bien. :-)
La última parte de la operación consistió en otra fase de persecución de burbujas, esta vez con el doctor Ramos a los mandos. "Ponme la aspiración a tope", dijo, y algo debió de ir mal, porque al rato alguien comentó: "Eso puede deberse a que está muy fuerte", y él: "Sí, bájalo un poco". Así que la persecución prosiguió sin tanta efusividad. Habían empezado a introducir líquido en el ojo, pero eso daba más problemas, por lo visto, y el doctor dijo: "Vamos a meter aire, así las burbujas bajarán hasta la retina y podré aspirarlas mejor". Así que sacaron el líquido y metieron aire, y en efecto el plan funcionó y pudo aspirar muchas burbujas más.
En cierto momento, el doctor me preguntó si estaba bien, y al contestar yo afirmativamente, dijo que cuando entraban dentro del ojo ya no dolía porque no había terminaciones nerviosas alli. Habría podido contradecirle ligeramente, pero preferí no contrariarle, que tenía mi ojo en sus manos... :D
Por fin, el doctor me dijo que iban a cerrar. Supongo que cosieron con algún tipo de maquinita, porque oí un zumbido y les oí cortar el hilo o lo que fuera con tijeritas. "No lo dejes tan largo, que si le roza la córnea luego le podría provocar..." No recuerdo bien qué, pero vamos, que hay que cortar el hilo cortito, cortito.
Y tras la sutura, me pusieron las vendas, el esparadrapo, y hala, a subirse a la silla de ruedas para volver a la habitación, donde mi madre y Emilio me esperaban. Un poquito antes de irme del quirófano el doctor me informó de que la operación había ido muy bien y que ahora todo dependía de mí y de mi retina. "¿Depende de mí?", dije. "¿Y qué puedo hacer?". "Ay, pobre", dijo una enfermera con voz compasiva. Me aclaró entonces el doctor que era mi retina quien tenía la última palabra, aunque yo he de intentar ayudarla evitando forzarla con excesivo movimiento.
Tardaron media hora en ofrecerme algo para comer. Entretanto, me quitaron la vía. La enfermera que la había colocado quedó perpleja al ver que se había movido de sitio. "¿Qué le pasó a la vía? ¿Se te cayó?". Le expliqué que habían dicho que estaba rota y me la habían cambiado. Puso una cara como de extrañeza, sacó la nueva vía y se fue sin más.
Al cabo de media hora, y tras haber ido al baño a orinar para ir echando fuera la anestesia, comí una natilla, dos tostaditas pequeñas con mermelada de fresa y dos galletas María, además de un vasito de zumo de melocotón. No me sentó nada mal, así que me dejaron irme enseguida con mil recomendaciones de estar tranquilita, no moverme mucho, no coger pesos, no agacharme, dejarme cuidar y guardar mucho reposo. Me dejan estar en cualquier postura salvo boca arriba, así que perfecto. Nos llevamos un susto porque el doctor nos dijo esto, pero al irnos, una enfermera nos dijo: "y para dormir, boca abajo". Y yo con cara de angustia: "¿Seguro? Es que el doctor dijo que podía estar en cualquier postura menos boca arriba...". La enfermera se fue a preguntar al doctor, y volvió con buenas noticias: sí, sólo debía evitar estar boca arriba. ¡Bien!
Y por eso me tenéis aquí, donde estoy quietecita y entretenida, erguida y sin estar boca arriba. :-) Hasta las diez de la noche o por ahí he tenido la parte superior izquierda de la cabeza totalmente dormida (tocarla era como tocar un pollo), pero ahora ya me ha despertado y me alegra decir que no noto molestias en el ojo. Algún pequeño pinchazo muy de vez en cuando y nada más. No obstante, tengo preparados los Nolotiles para la noche, por si acaso.
Me gustaría estar recuperada la semana que viene para poder viajar a Asturias con Emilio, que va al Gamelab, pero no sé si podrá ser. Habrá que esperar a ver cómo transcurren los próximos días.
Próxima cita, mañana hacia las once. Tendréis noticias mías.
Teníamos cita a las siete y media y nos hicieron pasar a la habitación enseguida, después de corregir el papel del consentimiento, que por las prisas lo había firmado donde ponía "revoco el consentimiento" en vez de donde debía darlo...
En la habitación, como siempre, quitar toda la ropa menos las braguitas y los zapatos y calcetines, y ponerse una bata azul dejándola abierta por delante para conectar los electrodos. A continuación, entraron cada diez minutos a ponerme gotas dilatadoras y finalmente para poner también la vía en la mano. Esta vez me molestó un poco más que la vez anterior, escocía un poquito, pero sin llegar a mayores.
Esperamos hasta las nueve o así, quizá un poco menos. Vinieron a buscarme con la silla de ruedas y me llevaron por los pasillos hasta el quirófano, que estaba ocupado en ese momento. Me indicaron que me tendiera en una cama en la antesala del quirófano, un pequeño cuarto en el que dos enfermeras muy amables me preguntaron cómo estaba y, al contestar que sí estaba un poquito nerviosa (no mucho, la verdad), me pusieron un sedante suave que me causó un picor muy molesto en la vía. Algo debió de notar la enfermera, porque se puso a mirar el cable y a examinar la vía y descubrió que se había roto. De inmediato, la sacó y me puso otra que fue mucho más cómoda (como la recordaba) y que no me produjo ninguna molestia a la hora de pasar el líquido por ella. El sedante me hizo revolotear un poco entre las nubes durante un momento, pero no tardé mucho en descender y pisar tierra firme de nuevo. :-)
Me explicaron que me pondrían anestesia local, que sería mucho mejor porque no tendría que esperar tanto para comer y beber y que no me sentaría tan mal como la general... que no me había sentado mal, pero bueno. Llegó entonces el temido momento en el que te anestesian pinchando el ojo con la aguja. Con deciros que ya ni me acuerdo, creo que os lo digo todo. No pinchan el ojo, sino debajo de él, y ni siquiera ves la aguja porque la acercan desde abajo. El pinchazo es casi imperceptible. No voy a decir totalmente imperceptible, pero de "temido momento" nada. Pasa sin más y casi ni te enteras, al menos en mi caso. Siendo ese el mayor de mis temores, en ese momento me tranquilicé bastante.
Pasamos al quirófano tras unos quince minutos de cháchara, y hacía un frío que pelaba. Al verme temblar me cubrieron con dos sábanas verdes y me dijeron que enseguida me pondrían la sábana estéril, que seguramente me haría pasar calor. La susodicha sábana no se hizo esperar mucho, ni el comienzo de la operación tampoco. El doctor tenía una voz suave, calmante, y me preguntaba de vez en cuando alguna cosita o me informaba de lo que iba a hacer. Me dijeron que a partir de ese momento no debía ni hablar ni moverme. Me pusieron la sábana que habían dicho y me cubrieron la cara con ella o quizá con otra aparte, no estoy segura. Era una funda con adhesivo por dentro para pegar en la cara (no con fuerza depilatoria, pero sí con suficiente sujeción para aguantar sin moverse) y una ventana para que el ojo izquierdo quedara visible. Si abría el otro podía ver la luz que se filtraba a través del tejido verde, pero lo mantuve cerrado casi todo el tiempo. Me dio miedo sofocarme, porque cuando a veces meto la cabeza debajo de las sábanas noto una leve sensación de ahogo (psicológica), pero allí no tuve ningún problema. Tal vez porque tenía problemas más graves que atender, jeje.
Empezó la operación. No me notaba sedada y me puse tensa. Cada pocos minutos, cuando percibía mis miembros agarrotados de la tensión, intentaba relajarme, pero antes de que me diera cuenta ya estaba tensa de nuevo, y vuelta a intentar relajar los músculos. Empecé a percibir que me tocaban el ojo. Comenté en voz alta que lo notaba. Dijeron que añadirían más anestesia. Al poco, volví a decir que seguía notando cosas. Con su tranquilizadora voz, el doctor me informó que no podían quitarme el sentido del tacto, con lo cual percibiría el instrumental enredando por mi ojo, pero añadió que no sentiría dolor. Así que durante toda la operación estuve notando cuándo entraba una aguja o cuándo salía. El dolor tampoco era nulo, dejaba como un residuo molesto y constante, un dolor sordo y muy suave durante toda la operación. El pinchacito que más noté fue uno que me sobrevino cuando me estaban aplicando el láser, y tampoco fue reseñable, aunque sí asustaba un poco, porque me daba por pensar si el siguiente dolería más y tendría que empezar a gritar que me durmieran. Nada de esto pasó, por suerte. En realidad, más que de dolor hablaría de sensaciones desagradables.
Ver también veía algo. Yo pensaba, por lo que habia leído, que la anestesia haría que todo lo viese negro, pero no. Percibía cuándo apagaban y encendían la luz, notaba diferentes cambios de luz según aplicaban el láser o el aspirador de silicona e incluso llegué a ver las agujas a contraluz. Obviamente, todo muy difuso, más que nada luces y sombras. La aguja no era más que una sombra que me tapaba la luz, y por eso la veía, supongo. Lo que mejor veía de todo eran las burbujitas de silicona, era como si estuviera viendo bacterias por un microscopio. Las veía bailar de un lado a otro, y las veía trazar divertidas espirales cuando activaban el aspirador.
Me operaron el doctor Paco Ramos y una chica joven, argentina, de voz también agradable y con ese acento inconfundible y cantarín. Ella fue quien empezó, bajo la supervisión de él. Él lo iba observando todo y le iba diciendo cómo debía proceder, le daba consejos, le explicaba lo que iba viendo y le ayudaba a interpretarlo. Se lo explicaba todo tan bien, que yo misma me iba enterando con lujo de detalles de lo que iba sucediendo, y ello me permitía interpretar las luces y sombras que iba percibiendo, así como los sonidos y sensaciones.
Primero fue aspirar el aceite. Debían de tener una pantallita en la que se iba viendo todo, y él le iba diciendo qué era cada cosa y cómo acercarse mejor al aceite para no dañar el ojo: "Entra directamente hacia el centro del globo, así evitarás rozar el cristalino". El hombre insistía mucho en esto, quería evitar a toda costa dañar el cristalino, cosa que le agradezco... "Esas burbujas de silicona las dejamos, que están muy cerca del cristalino", "ese trocito de vítreo no lo quitamos en su día porque está muy pegado a ese vaso sanguíneo y podríamos provocar una hemorragia", "esto de aspirar el aceite es como jugar con burbujas de jabón, es difícil cazarlas todas". Y lo cierto es que a ella le llevó largo rato perseguir y extraer buena parte de la silicona. Se ponía a aspirar unas cuantas burbujas y de pronto decía: "¡Uy, mira cuántas están apareciendo!", y entonces yo veía bonitas espirales de burbujas moverse hacia un centro imaginario. El doctor comentó varias veces que era casi imposible quitarlas todas y que al final los pacientes se acababan quejando de no recuerdo qué debido a los restos que quedaban. Le preguntaré mañana, que tengo la próxima revisión. Me causó una gran impresión oír explicar al doctor que el globo ocular se podía mover hacia allí o allá, según conviniera. En esos momentos me imaginé mi pobre ojito con forma de cacahuete siendo vapuleado y creo que fue uno de esos momentos en los que me puse tensa y apreté los dientes sin darme cuenta...
Después de toda esa persecución burbujil, el doctor tomó las riendas y aplicó él el láser. Una enfermera preguntaba: "¿Disparo?", y él: "Disparo". Y yo venga a ver luces y a notas ligerísimas molestias (salvo el pinchacito que comenté antes). Hizo un círculo de 360 grados con láser, por recomendación del otro doctor, Peris, que dijo que le había llamado esta mañana expresamente para recordárselo, pues sabía que me tocaba operarme hoy. En un momento dado le oí decir: "Mira, este es el pequeño montículo que encontró Peris". Se refería a mi "tienda de campaña". Espero que la dejara reparadita y bien. :-)
La última parte de la operación consistió en otra fase de persecución de burbujas, esta vez con el doctor Ramos a los mandos. "Ponme la aspiración a tope", dijo, y algo debió de ir mal, porque al rato alguien comentó: "Eso puede deberse a que está muy fuerte", y él: "Sí, bájalo un poco". Así que la persecución prosiguió sin tanta efusividad. Habían empezado a introducir líquido en el ojo, pero eso daba más problemas, por lo visto, y el doctor dijo: "Vamos a meter aire, así las burbujas bajarán hasta la retina y podré aspirarlas mejor". Así que sacaron el líquido y metieron aire, y en efecto el plan funcionó y pudo aspirar muchas burbujas más.
En cierto momento, el doctor me preguntó si estaba bien, y al contestar yo afirmativamente, dijo que cuando entraban dentro del ojo ya no dolía porque no había terminaciones nerviosas alli. Habría podido contradecirle ligeramente, pero preferí no contrariarle, que tenía mi ojo en sus manos... :D
Por fin, el doctor me dijo que iban a cerrar. Supongo que cosieron con algún tipo de maquinita, porque oí un zumbido y les oí cortar el hilo o lo que fuera con tijeritas. "No lo dejes tan largo, que si le roza la córnea luego le podría provocar..." No recuerdo bien qué, pero vamos, que hay que cortar el hilo cortito, cortito.
Y tras la sutura, me pusieron las vendas, el esparadrapo, y hala, a subirse a la silla de ruedas para volver a la habitación, donde mi madre y Emilio me esperaban. Un poquito antes de irme del quirófano el doctor me informó de que la operación había ido muy bien y que ahora todo dependía de mí y de mi retina. "¿Depende de mí?", dije. "¿Y qué puedo hacer?". "Ay, pobre", dijo una enfermera con voz compasiva. Me aclaró entonces el doctor que era mi retina quien tenía la última palabra, aunque yo he de intentar ayudarla evitando forzarla con excesivo movimiento.
Tardaron media hora en ofrecerme algo para comer. Entretanto, me quitaron la vía. La enfermera que la había colocado quedó perpleja al ver que se había movido de sitio. "¿Qué le pasó a la vía? ¿Se te cayó?". Le expliqué que habían dicho que estaba rota y me la habían cambiado. Puso una cara como de extrañeza, sacó la nueva vía y se fue sin más.
Al cabo de media hora, y tras haber ido al baño a orinar para ir echando fuera la anestesia, comí una natilla, dos tostaditas pequeñas con mermelada de fresa y dos galletas María, además de un vasito de zumo de melocotón. No me sentó nada mal, así que me dejaron irme enseguida con mil recomendaciones de estar tranquilita, no moverme mucho, no coger pesos, no agacharme, dejarme cuidar y guardar mucho reposo. Me dejan estar en cualquier postura salvo boca arriba, así que perfecto. Nos llevamos un susto porque el doctor nos dijo esto, pero al irnos, una enfermera nos dijo: "y para dormir, boca abajo". Y yo con cara de angustia: "¿Seguro? Es que el doctor dijo que podía estar en cualquier postura menos boca arriba...". La enfermera se fue a preguntar al doctor, y volvió con buenas noticias: sí, sólo debía evitar estar boca arriba. ¡Bien!
Y por eso me tenéis aquí, donde estoy quietecita y entretenida, erguida y sin estar boca arriba. :-) Hasta las diez de la noche o por ahí he tenido la parte superior izquierda de la cabeza totalmente dormida (tocarla era como tocar un pollo), pero ahora ya me ha despertado y me alegra decir que no noto molestias en el ojo. Algún pequeño pinchazo muy de vez en cuando y nada más. No obstante, tengo preparados los Nolotiles para la noche, por si acaso.
Me gustaría estar recuperada la semana que viene para poder viajar a Asturias con Emilio, que va al Gamelab, pero no sé si podrá ser. Habrá que esperar a ver cómo transcurren los próximos días.
Próxima cita, mañana hacia las once. Tendréis noticias mías.
jueves, 3 de junio de 2010
Se posterga la operación
Como me temía, la operación se ha postergado debido a la huelga del día 8 y ahora será el día 22. Vuelvo al Tobradex, al Oftalar y al Ciclopléjico y a esperar un poquito más. Para mí que están esperando a la semana más calurosa del año para dejarme tirada en cama sin moverme... :D
En realidad, los doctores no están de huelga, pero es posible que alguna enfermera de las que necesitan en el quirófano lo esté. Dicen que, por si surgiesen complicaciones, es mejor que estén todos los que han de estar.
Hala, a seguir esperando. No hay mal que por bien no venga, así amortizo un poco más el cristal izquierdo de las gafas nuevas, que en cuanto me opere se quedará obsoleto, ¡y es nuevo y costó un pastón! :-D
En realidad, los doctores no están de huelga, pero es posible que alguna enfermera de las que necesitan en el quirófano lo esté. Dicen que, por si surgiesen complicaciones, es mejor que estén todos los que han de estar.
Hala, a seguir esperando. No hay mal que por bien no venga, así amortizo un poco más el cristal izquierdo de las gafas nuevas, que en cuanto me opere se quedará obsoleto, ¡y es nuevo y costó un pastón! :-D
miércoles, 2 de junio de 2010
El caso de Raquel (IV): Vuelta a la normalidad
Continúa la historia de Raquel:
2 de marzo de 2010
Tenía la esperanza de que mi pupila no hubiese recuperado del todo, y que aún no pudiese acomodar bien, … notaba mucha diferencia de un ojo a otro, …
Pero de pronto, la doctora empezó a ponerme cristales, … y lo vi todo claro!!! Que maravilla!!! Podía ver, leer las letras, … Cuando terminó de graduarme me dijo que tenía bastante diferencia de un ojo a otro, … en mi ojo “bueno” más o menos el astigmatismo de siempre y un poquito de miopía (también la de siempre) … en mi ojo “malo” el astigmatismo de siempre, … pero por el cerclaje la miopía había aumentado bastante, … el resultado final fue que en el ojo operado tengo 2,75 dioptrías más, … lo cual es una diferencia bastante importante.
Parece ser, que si se usan lentillas, la adaptación es muy buena, porque uno no nota nada, … pero yo hace años que dejé de usar las lentillas, … trabajo muchas horas en el ordenador y me cansaba un montón, con eso de que apenas se parpadea, se me secaban mucho los ojos, me levantaba con mucha legaña, … y poco a poco dejé de usarlas, … hasta que un día ya no me las volví a poner, ….
Me hizo ponerme de pié en la consulta, para ver qué tal lo veía, … tuve una sensación extraña, … pero lo veía todo bastante bien!
Así que me recomendó cambiar un cristal en unas gafas, y si me adaptaba bien, pues cambiar los demás, … (menuda inversión los cristales nuevos!!!)
También me dijo que ya podía hacer vida normal, … y le pregunté si ya podía trabajar, … a lo que me respondió: “si, si, ya puedes trabajar”.
Pensé en esperar a tener las gafas nuevas y ver si me adaptaba con la nueva graduación, y si todo iba bien, pedir el alta.
Así que me fui a la óptica a pedir un cristal nuevo para una de mis gafas.
5 de marzo de 2010
Cristales nuevos.
Creo que ponerme las gafas con el cristal nuevo fue una de las sensaciones más desagradables, … cada vez que miraba a un sitio distinto, VEÍA DOBLE!!!
Tengo la sensación de que mi cerebro se había acostumbrado a recibir información sólo de un ojo, … así que de pronto recibir información por los dos ojos era un caos. Veía claramente las dos imágenes, una de cada ojo, y que tardaban unos segundos en fusionarse y ser sólo una cosa. Y así cada vez que cambiaba y miraba a otro sitio distinto.
Una vez fusionada la imagen, todo era normal, … pero miraba a otro sitio, … y vuelta a empezar.
Un mareo de tarde, en definitiva!.
A lo largo del fin de semana, la cosa se fue normalizando, y para el domingo, ya veía bien, nada de ver doble!
8 de marzo de 2010
Así que como para el lunes ya estaba totalmente adaptada, hablé con mi médico de cabecera y me dio el alta.
Casi dos meses de baja, … y por fin podía volver, de verdad, a hacer vida normal.
Últimamente ya me encontraba bastante bien, … un poco limitada de visión, eso sí, pero bien, … así que se me caía la casa encima, sin hacer casi nada todo el día, … Con miles de visitas de mis amigos, … todas las tardes, al salir de trabajar he tenido muchas visitas (qué majos), pero las mañanas se me hacía interminables, …
Así que la noticia de que podía volver al trabajo, fue la mejor noticia!
9 de marzo de 2010
Hablé con mi jefe, que estuvo muy preocupado todo el proceso, … para ver si le importaba que la primera semana me incorporase al trabajo sólo por la mañana, a ver qué tal me iba adaptando. Y como es un encanto, me dijo que lo que me hiciese falta, que a mi ritmo, que si me cansaba y me quería ir a casa, que me sintiese libre de irme a descansar.
La reincorporación fue muy buena, … no me notaba más cansada de lo normal, … así que la siguiente semana retomé el ritmo normal de trabajo (y de momento, hasta ahora).
29 de abril de 2010
Después de un tiempo incorporada de nuevo a la vida laboral, con mi nueva graduación, … tocaba revisión de nuevo.
Me hicieron un prueba de visión, … y parece que llegué al 100%!! Genial!!
Y una vez comprobada la visión, unas gotitas para dilatar la pupila, …
Me comentó la doctora que me iba a mirar los dos ojos, … así no me hacía volver otro día para controlar el otro ojo, … Yo iba dispuesta a “perder” allí la mañana, así que … me dejé, …
Una vez que las pupilas estuvieron dilatadas, me hicieron la prueba OCT, … y pasé a consulta.
Primero me miró una doctora que creo que estaba haciendo la residencia, … como no lo veía claro me hicieron tumbarme, parece ser que mi desprendimiento se ve mejor tumbada que sentada, y empezó a comentar cosas raras, … “pues aquí arriba, … pues aquí abajo, …”, y yo pensando, … “ay!!!!, me estás dando mucho miedo …”. Así que tomó las riendas la doctora que me operó, diciendo “voy a mirar yo primero, y luego sigues tú”, así que … “mira para arriba, … para abajo, … a la derecha, … a la izquierda, …”, y me miró el otro ojo también.
Comentaron que en la OCT no se veía líquido residual, pero que mirándome con la luz y la lente, se veía un poquito, … así que el líquido está prácticamente reabsorbido del todo!!!!!
Después me vio la residente, un buen rato, … me dijo la doctora que tenía que aprender a ver retinas, … así que a sufrir un ratito más!
Así que en resumen, todo va muy bien!!.
No obstante, le comenté las cosas y las sensaciones que tenía. Noto el ojo a veces más reseco, a lo que me comentó que utilizase toda la lágrima artificial que quisiese o que me hiciese falta.
Cuando estoy cansada, o cuando me acabo de levantar por la mañana, noto a veces una ráfaga, como un destello, … y también he notado que cuando la luz es normal (de día) veo bien, pero que por la tarde, cuando empieza a anochecer, que noto el campo visual un poco con la sombrita del principio, pero que era cuando hay menos luz.
La doctora me dijo que tenga en cuenta que mi ojo ya no es el que era, que tenga en cuenta que está operado, y que ya no va a ser el que era, … que a no ser que vea una cortina negra, que no me preocupe, …
Le dije que se lo comentaba para saber si era normal, que me tranquilizaba que me dijese eso.
A los pocos días le comenté a JL, mi compañero de clase de pintura lo que me habían dicho en la revisión, … y que la próxima revisión será en noviembre, … me dijo que suponía que me revisarían en otoño y primavera, … que no se sabe porqué pero el ojo sufre más en esta época, y es cuando suele haber más desprendimientos.
El 21 de mayo, mi ojo ya es así, …
Con las gafas puestas, … mi ojo ya está fenomenal … No hay más que compararlo con el otro!
5 de mayo de 2010
Ya veremos qué pasa, … He de decir que aunque ya estoy trabajando desde hace un montón, y parece que todo va bien, … yo no me siento curada, … al menos psicológicamente, … Estoy todo el rato pendiente del ojo, de lo que siento, de si veo algo raro, … de si me duele o me deja de doler, … de si está más reseco, …
Y me he vuelto mucho más miedosa que antes. En los sitios en los que hay gente, tiendo a protegerme ese lado, colocándome al lado de una pared, o al lado de alguna de las personas con las que esté, … para evitar que pase gente por ese lado, … vamos para evitar las cosas que no controlo. También me dan miedo los niños, les miro con cierto recelo cuanto les veo jugando en la calle, … mi desprendimiento no fue por un golpe, … pero … me dan miedo!!
Espero que se me vaya pasando este miedo, un poquito irracional, … y me vuelva a comportar normal, … y mi vida sea lo más normal posible, sin estar pendiente del ojo todo el tiempo!
Hasta aquí mi historia, …
2 de marzo de 2010
Tenía la esperanza de que mi pupila no hubiese recuperado del todo, y que aún no pudiese acomodar bien, … notaba mucha diferencia de un ojo a otro, …
Pero de pronto, la doctora empezó a ponerme cristales, … y lo vi todo claro!!! Que maravilla!!! Podía ver, leer las letras, … Cuando terminó de graduarme me dijo que tenía bastante diferencia de un ojo a otro, … en mi ojo “bueno” más o menos el astigmatismo de siempre y un poquito de miopía (también la de siempre) … en mi ojo “malo” el astigmatismo de siempre, … pero por el cerclaje la miopía había aumentado bastante, … el resultado final fue que en el ojo operado tengo 2,75 dioptrías más, … lo cual es una diferencia bastante importante.
Parece ser, que si se usan lentillas, la adaptación es muy buena, porque uno no nota nada, … pero yo hace años que dejé de usar las lentillas, … trabajo muchas horas en el ordenador y me cansaba un montón, con eso de que apenas se parpadea, se me secaban mucho los ojos, me levantaba con mucha legaña, … y poco a poco dejé de usarlas, … hasta que un día ya no me las volví a poner, ….
Me hizo ponerme de pié en la consulta, para ver qué tal lo veía, … tuve una sensación extraña, … pero lo veía todo bastante bien!
Así que me recomendó cambiar un cristal en unas gafas, y si me adaptaba bien, pues cambiar los demás, … (menuda inversión los cristales nuevos!!!)
También me dijo que ya podía hacer vida normal, … y le pregunté si ya podía trabajar, … a lo que me respondió: “si, si, ya puedes trabajar”.
Pensé en esperar a tener las gafas nuevas y ver si me adaptaba con la nueva graduación, y si todo iba bien, pedir el alta.
Así que me fui a la óptica a pedir un cristal nuevo para una de mis gafas.
5 de marzo de 2010
Cristales nuevos.
Creo que ponerme las gafas con el cristal nuevo fue una de las sensaciones más desagradables, … cada vez que miraba a un sitio distinto, VEÍA DOBLE!!!
Tengo la sensación de que mi cerebro se había acostumbrado a recibir información sólo de un ojo, … así que de pronto recibir información por los dos ojos era un caos. Veía claramente las dos imágenes, una de cada ojo, y que tardaban unos segundos en fusionarse y ser sólo una cosa. Y así cada vez que cambiaba y miraba a otro sitio distinto.
Una vez fusionada la imagen, todo era normal, … pero miraba a otro sitio, … y vuelta a empezar.
Un mareo de tarde, en definitiva!.
A lo largo del fin de semana, la cosa se fue normalizando, y para el domingo, ya veía bien, nada de ver doble!
8 de marzo de 2010
Así que como para el lunes ya estaba totalmente adaptada, hablé con mi médico de cabecera y me dio el alta.
Casi dos meses de baja, … y por fin podía volver, de verdad, a hacer vida normal.
Últimamente ya me encontraba bastante bien, … un poco limitada de visión, eso sí, pero bien, … así que se me caía la casa encima, sin hacer casi nada todo el día, … Con miles de visitas de mis amigos, … todas las tardes, al salir de trabajar he tenido muchas visitas (qué majos), pero las mañanas se me hacía interminables, …
Así que la noticia de que podía volver al trabajo, fue la mejor noticia!
9 de marzo de 2010
Hablé con mi jefe, que estuvo muy preocupado todo el proceso, … para ver si le importaba que la primera semana me incorporase al trabajo sólo por la mañana, a ver qué tal me iba adaptando. Y como es un encanto, me dijo que lo que me hiciese falta, que a mi ritmo, que si me cansaba y me quería ir a casa, que me sintiese libre de irme a descansar.
La reincorporación fue muy buena, … no me notaba más cansada de lo normal, … así que la siguiente semana retomé el ritmo normal de trabajo (y de momento, hasta ahora).
29 de abril de 2010
Después de un tiempo incorporada de nuevo a la vida laboral, con mi nueva graduación, … tocaba revisión de nuevo.
Me hicieron un prueba de visión, … y parece que llegué al 100%!! Genial!!
Y una vez comprobada la visión, unas gotitas para dilatar la pupila, …
Me comentó la doctora que me iba a mirar los dos ojos, … así no me hacía volver otro día para controlar el otro ojo, … Yo iba dispuesta a “perder” allí la mañana, así que … me dejé, …
Una vez que las pupilas estuvieron dilatadas, me hicieron la prueba OCT, … y pasé a consulta.
Primero me miró una doctora que creo que estaba haciendo la residencia, … como no lo veía claro me hicieron tumbarme, parece ser que mi desprendimiento se ve mejor tumbada que sentada, y empezó a comentar cosas raras, … “pues aquí arriba, … pues aquí abajo, …”, y yo pensando, … “ay!!!!, me estás dando mucho miedo …”. Así que tomó las riendas la doctora que me operó, diciendo “voy a mirar yo primero, y luego sigues tú”, así que … “mira para arriba, … para abajo, … a la derecha, … a la izquierda, …”, y me miró el otro ojo también.
Comentaron que en la OCT no se veía líquido residual, pero que mirándome con la luz y la lente, se veía un poquito, … así que el líquido está prácticamente reabsorbido del todo!!!!!
Después me vio la residente, un buen rato, … me dijo la doctora que tenía que aprender a ver retinas, … así que a sufrir un ratito más!
Así que en resumen, todo va muy bien!!.
No obstante, le comenté las cosas y las sensaciones que tenía. Noto el ojo a veces más reseco, a lo que me comentó que utilizase toda la lágrima artificial que quisiese o que me hiciese falta.
Cuando estoy cansada, o cuando me acabo de levantar por la mañana, noto a veces una ráfaga, como un destello, … y también he notado que cuando la luz es normal (de día) veo bien, pero que por la tarde, cuando empieza a anochecer, que noto el campo visual un poco con la sombrita del principio, pero que era cuando hay menos luz.
La doctora me dijo que tenga en cuenta que mi ojo ya no es el que era, que tenga en cuenta que está operado, y que ya no va a ser el que era, … que a no ser que vea una cortina negra, que no me preocupe, …
Le dije que se lo comentaba para saber si era normal, que me tranquilizaba que me dijese eso.
A los pocos días le comenté a JL, mi compañero de clase de pintura lo que me habían dicho en la revisión, … y que la próxima revisión será en noviembre, … me dijo que suponía que me revisarían en otoño y primavera, … que no se sabe porqué pero el ojo sufre más en esta época, y es cuando suele haber más desprendimientos.
El 21 de mayo, mi ojo ya es así, …
Con las gafas puestas, … mi ojo ya está fenomenal … No hay más que compararlo con el otro!
5 de mayo de 2010
Ya veremos qué pasa, … He de decir que aunque ya estoy trabajando desde hace un montón, y parece que todo va bien, … yo no me siento curada, … al menos psicológicamente, … Estoy todo el rato pendiente del ojo, de lo que siento, de si veo algo raro, … de si me duele o me deja de doler, … de si está más reseco, …
Y me he vuelto mucho más miedosa que antes. En los sitios en los que hay gente, tiendo a protegerme ese lado, colocándome al lado de una pared, o al lado de alguna de las personas con las que esté, … para evitar que pase gente por ese lado, … vamos para evitar las cosas que no controlo. También me dan miedo los niños, les miro con cierto recelo cuanto les veo jugando en la calle, … mi desprendimiento no fue por un golpe, … pero … me dan miedo!!
Espero que se me vaya pasando este miedo, un poquito irracional, … y me vuelva a comportar normal, … y mi vida sea lo más normal posible, sin estar pendiente del ojo todo el tiempo!
Hasta aquí mi historia, …
El caso de Raquel (III): Post-operatorio
Continúa la historia de Raquel:
26 de enero de 2010
La primera revisión, …
Esperando en la sala de espera, con mi ojo hinchado, … ya lo puedo abrir más, … pero todavía parece que me han pegado, …
En la sala de espera son todo abuelos y abuelas, que supongo que van a revisión de sus operaciones de cataratas, … y yo, … Tengo la sensación de que la gente me mira, … Supongo que todavía doy un poco de miedo, …
Me re-dilatan la pupila, … porque sigo con la Atropina, con la pupila permanentemente dilatada, … Es bastante incómodo estar con la pupila dilatada todo el tiempo!
En la revisión, parece que todo sigue bien.
Me hacen una prueba que se llama OCT. Creo que es para hacer secciones del ojo, en diferentes líneas, … La definición (de Internet): “La OCT es una técnica de imagen no invasiva que utiliza un instrumento óptico de precisión informatizado capaz de generar imágenes de cortes transversales (tomografías), que se asemejan a los cortes histológicos in vivo.”
La doctora me explica que sigue habiendo líquido residual en la caída del cerclaje. Y me enseña una imagen de la OCT que me han hecho. Son como capas, por lo que me explica, se ven las distintas capas de la retina, y se ve que hay algo que está separado, con algo negro por en medio.
IMAGEN OCT
Esta es una imagen sacada de Internet, … no tengo ni idea de quién será este ojo, … pero se puede ver a la izquierda, lo que comentaba, … un trocito negro separando las capas. No sé realmente si mi ojo se parecía a esto, … pero lo que recuerdo creo que se parece razonablemente a la imagen.
Entiendo que las capas de mi retina estaban separadas, y que aún hay líquido separándolas, pero la doctora me asegura que no hay problema, que ese líquido se suele reabsorber.
Tengo que seguir con las gotas:
TOBRADEX 3 veces al día
ATROPINA una vez cada dos días
Con este margen de días, mi pupila no recupera, … así que sigue dilatada.
Hablando con mi hermano pequeño que está estudiando Medicina, aunque la oftalmología no le gusta demasiado, pero se interesa por el tema, … y me comenta de los ciclopéjicos (atropina en mi caso), además de mantener la pupila dilatada hacen que el ojo no acomode (que no enfoque bien cada vez que cambiamos de mirar cerca de mirar lejos y viceversa), y piensa que los motivos por los cuales estamos un tiempo con la pupila dilatada son:
- al no acomodar el ojo no hace esfuerzos, y nos “acostumbramos” a no ver por ese ojo, viendo sobre todo por el otro, …
- el fluir de líquidos entre el interior y el exterior del ojo se hace a través de la pupila, es el único agujero que comunica interior y exterior, al tener la pupila dilatada hay más hueco para que fluyan esos líquidos, … supongo que en cada revisión os miran también la tensión ocular, … pues bien, el glaucoma es precisamente eso, el aumento de la tensión ocular, facilitando el fluir de esos líquidos, se minimiza el riesgo del aumento de tensión dentro del ojo.
El día 29 de enero, mi ojo tenía este aspecto:
Amarillo por fuera, amarillo por dentro, … un derrame debajo del ojo, … ya lo abro bastante, … aunque para la foto hago esfuerzo por abrirlo un poquito más.
El 7 de febrero, la pinta que tengo es esta:
El derrame de debajo del ojo aún se nota, … pero mucho menos.
9 de febrero de 2010
Vuelvo a revisión. Y en principio más de lo mismo!
Gotas para dilatar, … esperar un ratito, y la prueba de la vez anterior (OCT).
Me miran el fondo de ojo, la tensión ocular, … Y parece que todo va muy bien, por lo que me comenta de ir dejando las gotas definitivamente y me pregunta la doctora: “¿Cuánto tiempo hace que te operé??” a lo que yo respondo: “Mañana hará tres semanas”, a lo que ella comenta: “¿Sólo??, pues entonces sigue con el Tobradex”.
Me hacen una prueba de visión, … con la pupila dilatada no veo na’ de na’, pero con el “cacharrito” que tiene agujeros, … intento leer las letras, … Cuando ya no consigo leer más letras, … me comenta la doctora: “está muy bien, esto ya es un 70%”, así que con estas noticias, yo tan contenta.
Me dice que deje de echarme atropina, que en la siguiente revisión ya me va a graduar!!
Puedo ir haciendo vida normal, haciendo cosas, … “si vas a la piscina, no te tires de cabeza, … y vamos que no hagas cosas que requieran mucho esfuerzo, pero ve haciendo cosas normales”.
Me fui a casa bastante contenta, la verdad, … me resonaban en la cabeza cosas como 70%, …, piscina, … y me parecía increíble, que a nada de la operación la doctora me estuviese comentando estas cosas.
Creo que a estas alturas mi ojo estaba aún un poquito hinchado, … pero notaba mucho la luz, y se me cerraba creo que instintivamente, … mi madre decía que parecía más pequeño que el otro, … que si me lo habían dejado así, …
Pero resulta que más o menos es del tamaño del otro, … y que lo de parecer más pequeño es cuando hay bastante luz, … que se me cierra solo.
16 de febrero de 2010
Cita con los de la mutua. Un poco de inspección.
Me presenté en la mutua, sin saber muy bien a qué iba, … Pero el doctor que me atendió me comentó que ellos necesitan tener un control de la gente que tienen de baja, … que como no era un accidente laboral que simplemente era eso.
Así que le enseñé el informe de oftalmología, comentamos qué tal me encontraba, qué me habían hecho, cómo iba el seguimiento, … y me dio cita para después de un mes, para otro control rutinario. Me comentó que si para esa fecha seguía de baja que fuese a verle, y que si para esa fecha ya estaba trabajando que no hacía falta que fuese.
25 de febrero de 2010
Como me recomendaron llevar a mis hermanos a mirarse el fondo de ojo, ya que parece ser que este tipo de desprendimientos es más habitual el chicos, … pues me fui con mi hermano pequeño, a ver a JL, mi compañero de clase de pintura, …
Mi hermano pequeño parece que está bien, que tiene el fondo de ojo bien, … dato que no significa que no se tenga que seguir controlando, porque esto de los desprendimientos, como casi todas las cosas, … en un momento estás bien, y al momento siguiente, tu revoltosa retina te está jugando malas pasadas.
Y ya que estábamos, JL quiso ver mi fondo de ojo (el operado), … Mi siguiente revisión estaba al caer, así que no me podía dilatar la pupila, … me hizo una prueba de visión a través de los agujeritos, … y no recuerdo como fue. Lo que si que recuerdo es que me miró el fondo de ojo con otro aparatito que me recordaba más al aparatito con el que te miran el oído que a otra cosa.
El caso es que me dijo que por lo que veía estaba bien, la retina aplicada y que estaba todo muy limpio.
26 de enero de 2010
La primera revisión, …
Esperando en la sala de espera, con mi ojo hinchado, … ya lo puedo abrir más, … pero todavía parece que me han pegado, …
En la sala de espera son todo abuelos y abuelas, que supongo que van a revisión de sus operaciones de cataratas, … y yo, … Tengo la sensación de que la gente me mira, … Supongo que todavía doy un poco de miedo, …
Me re-dilatan la pupila, … porque sigo con la Atropina, con la pupila permanentemente dilatada, … Es bastante incómodo estar con la pupila dilatada todo el tiempo!
En la revisión, parece que todo sigue bien.
Me hacen una prueba que se llama OCT. Creo que es para hacer secciones del ojo, en diferentes líneas, … La definición (de Internet): “La OCT es una técnica de imagen no invasiva que utiliza un instrumento óptico de precisión informatizado capaz de generar imágenes de cortes transversales (tomografías), que se asemejan a los cortes histológicos in vivo.”
La doctora me explica que sigue habiendo líquido residual en la caída del cerclaje. Y me enseña una imagen de la OCT que me han hecho. Son como capas, por lo que me explica, se ven las distintas capas de la retina, y se ve que hay algo que está separado, con algo negro por en medio.
IMAGEN OCT
Esta es una imagen sacada de Internet, … no tengo ni idea de quién será este ojo, … pero se puede ver a la izquierda, lo que comentaba, … un trocito negro separando las capas. No sé realmente si mi ojo se parecía a esto, … pero lo que recuerdo creo que se parece razonablemente a la imagen.
Entiendo que las capas de mi retina estaban separadas, y que aún hay líquido separándolas, pero la doctora me asegura que no hay problema, que ese líquido se suele reabsorber.
Tengo que seguir con las gotas:
TOBRADEX 3 veces al día
ATROPINA una vez cada dos días
Con este margen de días, mi pupila no recupera, … así que sigue dilatada.
Hablando con mi hermano pequeño que está estudiando Medicina, aunque la oftalmología no le gusta demasiado, pero se interesa por el tema, … y me comenta de los ciclopéjicos (atropina en mi caso), además de mantener la pupila dilatada hacen que el ojo no acomode (que no enfoque bien cada vez que cambiamos de mirar cerca de mirar lejos y viceversa), y piensa que los motivos por los cuales estamos un tiempo con la pupila dilatada son:
- al no acomodar el ojo no hace esfuerzos, y nos “acostumbramos” a no ver por ese ojo, viendo sobre todo por el otro, …
- el fluir de líquidos entre el interior y el exterior del ojo se hace a través de la pupila, es el único agujero que comunica interior y exterior, al tener la pupila dilatada hay más hueco para que fluyan esos líquidos, … supongo que en cada revisión os miran también la tensión ocular, … pues bien, el glaucoma es precisamente eso, el aumento de la tensión ocular, facilitando el fluir de esos líquidos, se minimiza el riesgo del aumento de tensión dentro del ojo.
El día 29 de enero, mi ojo tenía este aspecto:
Amarillo por fuera, amarillo por dentro, … un derrame debajo del ojo, … ya lo abro bastante, … aunque para la foto hago esfuerzo por abrirlo un poquito más.
El 7 de febrero, la pinta que tengo es esta:
El derrame de debajo del ojo aún se nota, … pero mucho menos.
9 de febrero de 2010
Vuelvo a revisión. Y en principio más de lo mismo!
Gotas para dilatar, … esperar un ratito, y la prueba de la vez anterior (OCT).
Me miran el fondo de ojo, la tensión ocular, … Y parece que todo va muy bien, por lo que me comenta de ir dejando las gotas definitivamente y me pregunta la doctora: “¿Cuánto tiempo hace que te operé??” a lo que yo respondo: “Mañana hará tres semanas”, a lo que ella comenta: “¿Sólo??, pues entonces sigue con el Tobradex”.
Me hacen una prueba de visión, … con la pupila dilatada no veo na’ de na’, pero con el “cacharrito” que tiene agujeros, … intento leer las letras, … Cuando ya no consigo leer más letras, … me comenta la doctora: “está muy bien, esto ya es un 70%”, así que con estas noticias, yo tan contenta.
Me dice que deje de echarme atropina, que en la siguiente revisión ya me va a graduar!!
Puedo ir haciendo vida normal, haciendo cosas, … “si vas a la piscina, no te tires de cabeza, … y vamos que no hagas cosas que requieran mucho esfuerzo, pero ve haciendo cosas normales”.
Me fui a casa bastante contenta, la verdad, … me resonaban en la cabeza cosas como 70%, …, piscina, … y me parecía increíble, que a nada de la operación la doctora me estuviese comentando estas cosas.
Creo que a estas alturas mi ojo estaba aún un poquito hinchado, … pero notaba mucho la luz, y se me cerraba creo que instintivamente, … mi madre decía que parecía más pequeño que el otro, … que si me lo habían dejado así, …
Pero resulta que más o menos es del tamaño del otro, … y que lo de parecer más pequeño es cuando hay bastante luz, … que se me cierra solo.
16 de febrero de 2010
Cita con los de la mutua. Un poco de inspección.
Me presenté en la mutua, sin saber muy bien a qué iba, … Pero el doctor que me atendió me comentó que ellos necesitan tener un control de la gente que tienen de baja, … que como no era un accidente laboral que simplemente era eso.
Así que le enseñé el informe de oftalmología, comentamos qué tal me encontraba, qué me habían hecho, cómo iba el seguimiento, … y me dio cita para después de un mes, para otro control rutinario. Me comentó que si para esa fecha seguía de baja que fuese a verle, y que si para esa fecha ya estaba trabajando que no hacía falta que fuese.
25 de febrero de 2010
Como me recomendaron llevar a mis hermanos a mirarse el fondo de ojo, ya que parece ser que este tipo de desprendimientos es más habitual el chicos, … pues me fui con mi hermano pequeño, a ver a JL, mi compañero de clase de pintura, …
Mi hermano pequeño parece que está bien, que tiene el fondo de ojo bien, … dato que no significa que no se tenga que seguir controlando, porque esto de los desprendimientos, como casi todas las cosas, … en un momento estás bien, y al momento siguiente, tu revoltosa retina te está jugando malas pasadas.
Y ya que estábamos, JL quiso ver mi fondo de ojo (el operado), … Mi siguiente revisión estaba al caer, así que no me podía dilatar la pupila, … me hizo una prueba de visión a través de los agujeritos, … y no recuerdo como fue. Lo que si que recuerdo es que me miró el fondo de ojo con otro aparatito que me recordaba más al aparatito con el que te miran el oído que a otra cosa.
El caso es que me dijo que por lo que veía estaba bien, la retina aplicada y que estaba todo muy limpio.
El caso de Raquel (II): Operación
Continúa la historia de Raquel:
20 de enero de 2010
Y llegó el día de la operación. Toda la mañana en ayunas, y yo era la segunda de la lista para operar esa mañana, así que mientras tanto mi tía y mi hermano me hicieron compañía, hasta que me llevaron a hacerme unas fotos al ojo, … fotos que no llegué a ver más que en el ordenador que estaban utilizando.
Me hicieron sufrir un poquito, porque como ya he comentado, mi desprendimiento era muy periférico, no había forma de hacer bien las fotos, … intentaron hacerlas con la lente que contacta el ojo, … periferia media, … periferia extrema, … al final creo que desistieron, … y me “devolvieron” a mi habitación.
La espera para la operación fue horrible. No llegaba nunca la hora de que me llevasen para el quirófano, … pero al final todo llega, …
El recuerdo que tengo de todo esto, seguramente esté bastante distorsionado, … por “las drogas” que te dan, … El caso es que en cuanto me pusieron la pinza en el dedo, y empecé a oír cómo latía mi pulso, pensé “madre mía! Estoy como una moto!”.
Me empezaron a enchufar cosas en la vía que tenía puesta desde la noche anterior, supongo que algo de sedación para estar tranquila. Nos costó un rato encontrar postura, ya que tenía que estar tumbada y además con la cabeza un poco girada hacia atrás. Esta postura era un poco forzada y francamente, no me sentía con fuerzas de aguantar la postura todo el rato, … así que cuando la doctora me preguntó si estaba cómoda, le dije que más bien no! Así que empezó a decirle a todo el mundo que consiguiesen un especie de almohada con forma de rollo para ponérmela en el cuello, y tenerlo apoyado sin forzar la postura.
Superado esto, … y ya todos cómodos, … me pinchó la anestesia (dos pinchazos, el primero debajo del ojo, en el que noté como pinchaba y una vez dentro la aguja, como que movía mi ojo hacia arriba y soltaba la anestesia, y el segundo, encima del ojo cerca de la nariz), me tapó el ojo con algo que no sé que era, pero que lo presionaba, y que estaba sujeto con una goma, que facilitaba la presión, y estuve un rato esperando a que hiciese efecto. Al cabo de un rato me destapó, … mira arriba, abajo, a la derecha, a la izquierda, … esto va muy bien, … y lo volvió a tapar otro rato. Cuando me destaparon de nuevo, y me pusieron la sábana verde que pega por debajo, les comenté que veía luz, y que veía formas, … Me pareció curioso porque las formas que veía me recordaron a cuando en las películas de extraterrestres abducen a la gente y les despiertan y ven formas raras (a parte de lo raros que puedan ser los extraterrestres de la película en cuestión), … Es un recuerdo que tengo …
Bueno, y a partir de ese momento, tocaba estar calladita y sin moverme. Me resultó curioso estar escuchando a los que me operaban, creo que había un chico en prácticas, al que la doctora le iba preguntando, y creo que le iba dejando hacer cosas también de vez en cuando, …
No noté absolutamente nada.
Una vez me preguntaron “notas esto” , a lo que contesté, “no sé muy bien qué tengo que notar, pero creo que no”.
Les oía comentar, “riega” … “cuidado con la sutura que son tan finitas que casi no se ven”, … aunque la mayoría eran cosas técnicas y no las recuerdo. Cuando acabó todo, me llevaron de nuevo a la habitación, con el ojo tapado. A la salida de quirófanos recuerdo que yo ya tenía sensación de “llevar un viaje”, … supongo que por la sedación, … pero estaba como alucinada. La operación había durado poco menos de dos horas.
Ya en la habitación, un enfermero me tomó las constantes, y dijo que todo estaba bien. Me contaron que la doctora cuando salió a hablar con mis familiares les dijo que todo había ido muy bien. Y resulta que conocía a mi tía, porque esa misma doctora operó a mi abuela de cataratas hace unos meses.
Bueno, el caso es que ya en la habitación, le dije al enfermero que tenía mucha hambre, … y ahí llegó el castigo, … lo sentimos, dentro de una hora te traeremos una manzanilla que te tienes que tomar despacito, y si te sienta bien, te traeremos la comida. Así que esa hora se me hizo larga, … pero llegó la manzanilla, … y me la fui tomando poco a poco, … con ayuda de V, … el paciente V, … que cada poco me acercaba la pajita con la que me fui tomando la manzanilla. El caso es que me encontraba bien, … incluso fui al baño, así que decidieron traerme la comida. Un puré y un filete seco seco seco, … y de postre creo que un yogur. No comí mucho, …
Y por la tarde, un montón de visitas, … aunque yo tumbadita en la cama, … y cuando empezó a dolerme todo, cansada de estar tumbada, me senté un ratito en la silla. Me habían quitado todos los carteles que decían que postura tenía que tener, … la doctora me dijo que no tenía que guardar ninguna postura determinada. Y de pronto, empecé a notar unas nauseas bastante desagradables. Así que salieron a avisar a las enfermeras, … y me dijeron que me traían un yogur natural con mucho azúcar, que lo tomase despacito, … a ver si me sentaba el estómago. Supongo que esto fue efecto de la anestesia, … pero pasé un rato muy malo.
En ese rato vino a verme JL, el oftalmólogo que pinta conmigo, … me dijo que había hablado con la doctora que me operó, y que ya le había dicho que todo había ido muy bien, … La tarde fue durilla, pero el comentario consolador de JL fue estupendo.
La tarde fue tan dura que les pedí a mi madre y a mi abuela que se fuesen a tomar un café, porque yo necesitaba silencio, …
Cuando llegó la hora de la cena, … no me sentía capaz de nada, así que me salté la cena, … Y por la noche, me dijeron las enfermeras que si tenía alguna molestia o dolor que les avisase, y me daban algo, … pero la verdad es que pasé una noche bastante buena, sin molestias, … no dormí de un tirón, pero creo que dadas las circunstancias, puedo decir que la noche fue buena.
21 de enero de 2010
Por la mañana me destaparon el ojo, me lo limpiaron porque estaba todo lleno de legañas, y me tocó esperar a la visita. La doctora me dijo que estaba muy bien, que el epitelio también estaba muy bien, y que me dejarían ingresada hasta el viernes, … y después a casita. Estuve todo el día con gotas, y de vez en cuando limpiando el ojo. Estas operaciones las realizaban las enfermeras. Desde que me lo destaparon por la mañana, ya no me lo volvieron a tapar. Ese día apenas podía abrir el ojo, lo tenía como una pelota de tenis, y me pesaba el párpado, y no podía con él.
IMAGEN DEL PRIMER DÍA DESPUÉS DE LA OPERACIÓN
Este día fue mejor que el anterior, en cuanto al revoltijo de estómago, … y sin muchas más novedades.
22 de enero de 2010
Viernes, … me mandarán a casa, …?? Pero mientras tanto, esperando a la visita médica. Me vieron los del equipo, me miraron de nuevo con todo lujo de detalles, … como siempre. Mira para arriba, mira para abajo, … mírate el hombro, … (esto es de lo que más me sigue desconcertando, … ¿mírate el hombro? Pero si necesito mover la cabeza para esto!!!!) Y mi ojo por supuesto hinchado!!!! Quizás pueda abrirlo medio milímetro más que ayer, …
Y después de comer, … permiso para irme a casa!!!!!
El informe preliminar que me dan indica lo que me han hecho, …: Explante + celclaje + criopexia Líquido residual en la caída del cerclaje.
Las gotas que me tengo que echar:
TOBRADEX 3 veces al día
ATROPINA 2 veces al día
Aún me da cosa echármelo yo sola, así que entre mi chico, mis hermanos, mi madre, … se van turnando para hacerme las labores! También me dieron unos botecitos de suero, para limpiarme el ojo cuando lo note sucio o con legañas, …
El fin de semana transcurre sin muchos cambios, … Mis hermanos ser ríen de mí diciendo que cuando salga a la calle, me lleve el informe médico en el bolso, para que nadie piense que me pegan!
A medida que se va abriendo ligeramente el ojo, se ve que está completamente rojo, … el derrame típico tras la cirugía! También tengo la marca de uno de los pinchazos de la anestesia, que supongo que me pillaron alguna venita o algo así, y tengo un circulito con un derrame del pinchazo.
IMAGEN DEL PRIMER FIN DE SEMANA
Un aspecto bastante peor que los otros días, no? Tengo una marca debajo del ojo, que creo que es uno de los pinchazos de la anestesia, que seguramente me pilló un capilar, y tengo un pequeño derrame. La foto es con un móvil, y no se aprecia, pero el ojo empieza a tener un tono amarillento alrededor. No salgo de momento de casa, y me muevo a cámara lenta, … no controlo dónde están las cosas, las distancias, … no me atrevo a mover la cabeza, … No me han dicho que tenga que guardar ninguna postura en concreto, … Ah! Y tengo el ojo como con un moratón alrededor, … que al principio pensé que era el yodo que me pusieron el día de la operación, y que se me había olvidado lavarme la cara, … pero no! Descubrí que era moratón tomando color amarillento!
Y llegó el día de la operación. Toda la mañana en ayunas, y yo era la segunda de la lista para operar esa mañana, así que mientras tanto mi tía y mi hermano me hicieron compañía, hasta que me llevaron a hacerme unas fotos al ojo, … fotos que no llegué a ver más que en el ordenador que estaban utilizando.
Me hicieron sufrir un poquito, porque como ya he comentado, mi desprendimiento era muy periférico, no había forma de hacer bien las fotos, … intentaron hacerlas con la lente que contacta el ojo, … periferia media, … periferia extrema, … al final creo que desistieron, … y me “devolvieron” a mi habitación.
La espera para la operación fue horrible. No llegaba nunca la hora de que me llevasen para el quirófano, … pero al final todo llega, …
El recuerdo que tengo de todo esto, seguramente esté bastante distorsionado, … por “las drogas” que te dan, … El caso es que en cuanto me pusieron la pinza en el dedo, y empecé a oír cómo latía mi pulso, pensé “madre mía! Estoy como una moto!”.
Me empezaron a enchufar cosas en la vía que tenía puesta desde la noche anterior, supongo que algo de sedación para estar tranquila. Nos costó un rato encontrar postura, ya que tenía que estar tumbada y además con la cabeza un poco girada hacia atrás. Esta postura era un poco forzada y francamente, no me sentía con fuerzas de aguantar la postura todo el rato, … así que cuando la doctora me preguntó si estaba cómoda, le dije que más bien no! Así que empezó a decirle a todo el mundo que consiguiesen un especie de almohada con forma de rollo para ponérmela en el cuello, y tenerlo apoyado sin forzar la postura.
Superado esto, … y ya todos cómodos, … me pinchó la anestesia (dos pinchazos, el primero debajo del ojo, en el que noté como pinchaba y una vez dentro la aguja, como que movía mi ojo hacia arriba y soltaba la anestesia, y el segundo, encima del ojo cerca de la nariz), me tapó el ojo con algo que no sé que era, pero que lo presionaba, y que estaba sujeto con una goma, que facilitaba la presión, y estuve un rato esperando a que hiciese efecto. Al cabo de un rato me destapó, … mira arriba, abajo, a la derecha, a la izquierda, … esto va muy bien, … y lo volvió a tapar otro rato. Cuando me destaparon de nuevo, y me pusieron la sábana verde que pega por debajo, les comenté que veía luz, y que veía formas, … Me pareció curioso porque las formas que veía me recordaron a cuando en las películas de extraterrestres abducen a la gente y les despiertan y ven formas raras (a parte de lo raros que puedan ser los extraterrestres de la película en cuestión), … Es un recuerdo que tengo …
Bueno, y a partir de ese momento, tocaba estar calladita y sin moverme. Me resultó curioso estar escuchando a los que me operaban, creo que había un chico en prácticas, al que la doctora le iba preguntando, y creo que le iba dejando hacer cosas también de vez en cuando, …
No noté absolutamente nada.
Una vez me preguntaron “notas esto” , a lo que contesté, “no sé muy bien qué tengo que notar, pero creo que no”.
Les oía comentar, “riega” … “cuidado con la sutura que son tan finitas que casi no se ven”, … aunque la mayoría eran cosas técnicas y no las recuerdo. Cuando acabó todo, me llevaron de nuevo a la habitación, con el ojo tapado. A la salida de quirófanos recuerdo que yo ya tenía sensación de “llevar un viaje”, … supongo que por la sedación, … pero estaba como alucinada. La operación había durado poco menos de dos horas.
Ya en la habitación, un enfermero me tomó las constantes, y dijo que todo estaba bien. Me contaron que la doctora cuando salió a hablar con mis familiares les dijo que todo había ido muy bien. Y resulta que conocía a mi tía, porque esa misma doctora operó a mi abuela de cataratas hace unos meses.
Bueno, el caso es que ya en la habitación, le dije al enfermero que tenía mucha hambre, … y ahí llegó el castigo, … lo sentimos, dentro de una hora te traeremos una manzanilla que te tienes que tomar despacito, y si te sienta bien, te traeremos la comida. Así que esa hora se me hizo larga, … pero llegó la manzanilla, … y me la fui tomando poco a poco, … con ayuda de V, … el paciente V, … que cada poco me acercaba la pajita con la que me fui tomando la manzanilla. El caso es que me encontraba bien, … incluso fui al baño, así que decidieron traerme la comida. Un puré y un filete seco seco seco, … y de postre creo que un yogur. No comí mucho, …
Y por la tarde, un montón de visitas, … aunque yo tumbadita en la cama, … y cuando empezó a dolerme todo, cansada de estar tumbada, me senté un ratito en la silla. Me habían quitado todos los carteles que decían que postura tenía que tener, … la doctora me dijo que no tenía que guardar ninguna postura determinada. Y de pronto, empecé a notar unas nauseas bastante desagradables. Así que salieron a avisar a las enfermeras, … y me dijeron que me traían un yogur natural con mucho azúcar, que lo tomase despacito, … a ver si me sentaba el estómago. Supongo que esto fue efecto de la anestesia, … pero pasé un rato muy malo.
En ese rato vino a verme JL, el oftalmólogo que pinta conmigo, … me dijo que había hablado con la doctora que me operó, y que ya le había dicho que todo había ido muy bien, … La tarde fue durilla, pero el comentario consolador de JL fue estupendo.
La tarde fue tan dura que les pedí a mi madre y a mi abuela que se fuesen a tomar un café, porque yo necesitaba silencio, …
Cuando llegó la hora de la cena, … no me sentía capaz de nada, así que me salté la cena, … Y por la noche, me dijeron las enfermeras que si tenía alguna molestia o dolor que les avisase, y me daban algo, … pero la verdad es que pasé una noche bastante buena, sin molestias, … no dormí de un tirón, pero creo que dadas las circunstancias, puedo decir que la noche fue buena.
21 de enero de 2010
Por la mañana me destaparon el ojo, me lo limpiaron porque estaba todo lleno de legañas, y me tocó esperar a la visita. La doctora me dijo que estaba muy bien, que el epitelio también estaba muy bien, y que me dejarían ingresada hasta el viernes, … y después a casita. Estuve todo el día con gotas, y de vez en cuando limpiando el ojo. Estas operaciones las realizaban las enfermeras. Desde que me lo destaparon por la mañana, ya no me lo volvieron a tapar. Ese día apenas podía abrir el ojo, lo tenía como una pelota de tenis, y me pesaba el párpado, y no podía con él.
IMAGEN DEL PRIMER DÍA DESPUÉS DE LA OPERACIÓN
Este día fue mejor que el anterior, en cuanto al revoltijo de estómago, … y sin muchas más novedades.
22 de enero de 2010
Viernes, … me mandarán a casa, …?? Pero mientras tanto, esperando a la visita médica. Me vieron los del equipo, me miraron de nuevo con todo lujo de detalles, … como siempre. Mira para arriba, mira para abajo, … mírate el hombro, … (esto es de lo que más me sigue desconcertando, … ¿mírate el hombro? Pero si necesito mover la cabeza para esto!!!!) Y mi ojo por supuesto hinchado!!!! Quizás pueda abrirlo medio milímetro más que ayer, …
Y después de comer, … permiso para irme a casa!!!!!
El informe preliminar que me dan indica lo que me han hecho, …: Explante + celclaje + criopexia Líquido residual en la caída del cerclaje.
Las gotas que me tengo que echar:
TOBRADEX 3 veces al día
ATROPINA 2 veces al día
Aún me da cosa echármelo yo sola, así que entre mi chico, mis hermanos, mi madre, … se van turnando para hacerme las labores! También me dieron unos botecitos de suero, para limpiarme el ojo cuando lo note sucio o con legañas, …
El fin de semana transcurre sin muchos cambios, … Mis hermanos ser ríen de mí diciendo que cuando salga a la calle, me lleve el informe médico en el bolso, para que nadie piense que me pegan!
A medida que se va abriendo ligeramente el ojo, se ve que está completamente rojo, … el derrame típico tras la cirugía! También tengo la marca de uno de los pinchazos de la anestesia, que supongo que me pillaron alguna venita o algo así, y tengo un circulito con un derrame del pinchazo.
IMAGEN DEL PRIMER FIN DE SEMANA
Un aspecto bastante peor que los otros días, no? Tengo una marca debajo del ojo, que creo que es uno de los pinchazos de la anestesia, que seguramente me pilló un capilar, y tengo un pequeño derrame. La foto es con un móvil, y no se aprecia, pero el ojo empieza a tener un tono amarillento alrededor. No salgo de momento de casa, y me muevo a cámara lenta, … no controlo dónde están las cosas, las distancias, … no me atrevo a mover la cabeza, … No me han dicho que tenga que guardar ninguna postura en concreto, … Ah! Y tengo el ojo como con un moratón alrededor, … que al principio pensé que era el yodo que me pusieron el día de la operación, y que se me había olvidado lavarme la cara, … pero no! Descubrí que era moratón tomando color amarillento!
El caso de Raquel (I): Detección y pre-operatorio
Raquel nos ha enviado su historia para compartirla también con nosotros. Aquí la tenéis. :-) ¡Gracias, Raquel!
DESPRENDIDA
Recuerdo que la primera cosa extraña que noté fue un día en un teatro, escuchando un concierto. No sé muy bien como… me di cuenta de que mirando a los músicos, con un ojo veía el techo y con el otro no. Era una cosa muy leve, pero me dejó intranquila.
Los días siguientes seguramente no noté nada. Era una época en la que tenía bastante trabajo, muchas horas delante del ordenador, … y durmiendo y descansando poco. Así que no le di demasiada importancia en ese momento.
Llegaron las vacaciones de navidad, y empecé a notar que esa pequeña sombra que veía se estaba haciendo más presente.
Con la imagen de referencia de Marta se puede ver más o menos lo que yo veía (con las gafas puestas, eso sí!):
IMAGEN DE REFERENCIA (OJO IZQUIERDO)
LO QUE YO VEÍA (OJO DERECHO)
Creo que al principio sólo lo notaba en lugares cerrados pero un poco amplios en los que tenía referencia de un ojo y otro, … Creo que en la calle no lo notaba porque no tenía referencia, … si era una cuestión de campo visual, no tenía muy claro donde acababa mi campo visual, donde empezaba el párpado, … pero a medida que fue pasando el tiempo, lo fui notando un poco más, y decidí ir al oftalmólogo.
Hablé con JL, un compañero de clase de pintura, que es oftalmólogo, y me atendió enseguida.
13 de enero de 2010
Me estuvo mirando y requetemirando… Comprobó mi visión y mi campo visual, que es como yo lo había notado, y nos dimos cuenta de que con mi ojo derecho tenía más pequeño el campo visual.
Primero, con la pupila ya dilatada, me miró con el aparato este que se ponen, que a mí me parece un casco de realidad virtual, … y luego con la lente que contacta el ojo, que no sé como se llama, pero que es tan molesta, …
Y me confirmó que tenía un desprendimiento de retina, …
Que con el primer aparato veía el principio, pero no veía el final, y por eso utilizó la otra lente, porque así se puede tener una visión de la periferia de la retina.
Respecto al desprendimiento, … me dijo que no tenía claro si era un desprendimiento o una retinosquisis. La diferencia: en el desprendimiento de retina se separan todas las capas de la retina; en la retinosquisis sólo se separan algunas.
Aclarado esto, me dijo que fuese a urgencias, y que ahí decidirían qué hacer.
Ante mi cara de horror por la noticia, me dijo que podía ir a comer tranquilamente a casa, comentárselo a mi chico, a mi madre, … que no hacía falta que les llamase desde el hospital.
Mi desprendimiento fue en la parte inferior, … por eso veía la sombra arriba, … si el desprendimiento hubiese sido en la parte superior, como la gravedad ayuda a que se “caiga” me mandaría directa al hospital a que me tumbasen, pero me dio un poquito de margen.
Así que fui avisando a V, a mi madre, a mis hermanos, … y por la tarde, mi madre me acompañó a urgencias.
Me atendieron en seguida, … me estuvieron mirando los dos ojos, me dilataron las pupilas, me volvieron a mirar, primero con el “casco de realidad virtual” y luego con la lente!
A estas alturas ya estaba agotada de tanto dilatar la pupila, de tanta luz, de tanta lente que contacta el ojo, … que cuando te lo quitan, tienes sensación de que te has quedado ciego! Qué angustia!
La doctora que me vio en urgencias, me comentó que se inclinaba por una retinosquisis, pero que no lo veía del todo bien, … que no veía desgarro, que sólo lo veía separado, que como era muy periférico no lo veía del todo claro, … pero que los retinólogos del equipo lo verían más claro.
También me comentó que aunque se inclinaba por una retinosquisis, que no le cuadraba del todo, porque ese tipo de desprendimientos suelen ser congénitos o seniles. Los congénitos se suelen dar en la primera década de la vida y en varones (vamos que yo a mis 34 añitos, y siendo chica, no encajaba del todo en el perfil), y los seniles se dan a partir de los 50, con lo que tampoco encajaba en el perfil, … No obstante, se inclinaba por uno congénito, … En el otro ojo me dijeron que tenía un pequeño quiste, … que no tenía importancia, pero que este dato hacía que también se inclinase por un desprendimiento congénito. Además en medicina, hay miles de casos, y muchas cosas que no se ajustan a la norma, …
Sospecho que a estas alturas mi madre pensaba, … “nos ha salido rarita la niña”, entre todas las angustias de ver lo que me estaban haciendo en el ojo, … dice que visto desde fuera da mucho miedo!
El caso es que después de verme, y de valorar mi caso, decidieron ingresarme. Dijeron que también por precaución, para que hiciese reposo, para proteger mi visión, que es fundamental para mi trabajo, …
Me indicaron una postura para el reposo, … ya sabes, cuanto menos te muevas mejor, … para no ponérselo más fácil a la retina, y que esté lo más quieta posible.
Esto fue un miércoles (por la mañana con JL, por la tarde en urgencias e ingresar).
Resulta que en Burgos, las retinas las operan los miércoles por la mañana, así que mala suerte, … hay que esperar otra semanita!
Colocaron un montón de carteles en la cabecera de mi cama, … cúbito lateral derecho, tumbada o ligeramente reclinada, …
14 de enero de 2010
El jueves por la mañana me vio el equipo y me empezaron a preparar el preoperatorio: electro, análisis, … etc.
Y me empezaron a comentar de la operación, … anestesia local, una pequeña sedación para estar tranquila, y seguramente vitrectomía y gas, … con lo cual, en el postoperatorio, castigada boca abajo, como unas tres semanas, …
Con estas noticias mis amigos y mis primos se pusieron manos a la obra, y empezaron a buscar audiolibros, y músicas varias, … para estar entretenida.
15 de enero de 2010
El fin de semana me dieron permiso para irme a casa, … y la verdad es que me pasé todo el finde sentada en el sofá con la cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha, … a veces me imaginaba desde fuera, y me parecía una “vespa” aparcada en el sillón!
19 de enero de 2010
El martes volví a ingresar a primera hora de la mañana, y me vio la doctora que me iba a operar. Ella me comentó que la operación que me iba a hacer consistía en poner un explante, fijar la retina con criopexia y colocar un cerclaje.
Le pregunté por el “castigo” del postoperatorio, … y me dijo que como no me ponía gas, que no tendría que estar unas semanitas boca abajo. Que valorando mi caso, consideraba que era más adecuado, ya que con la otra intervención, con la vitrectomía, etc, había riesgo de catarata, y que en una persona tan joven (gracias doctora) no quería asumir ese riesgo. Y de todas formas, si esto iba bien, fenomenal! Y si no, pues quedaba la opción de la vitrectomía.
A estas alturas, mi chico ya se había hecho el “master” de cirugía de la retina, … Así que, me informó:
Un explante es como un implante pero por la parte de fuera del ojo, para acercar la parte de fuera a la retina que se ha despegado y que está abombada hacia dentro.
La criopexia es una de las técnicas de pegado de la retina, está el láser (con calor) y la criopexia (con frío).
Y el cerclaje, que casi todos conoceis, un cinturón alrededor del ojo, para sujetar el explante, para sujetar todo en su sitio.
DESPRENDIDA
Recuerdo que la primera cosa extraña que noté fue un día en un teatro, escuchando un concierto. No sé muy bien como… me di cuenta de que mirando a los músicos, con un ojo veía el techo y con el otro no. Era una cosa muy leve, pero me dejó intranquila.
Los días siguientes seguramente no noté nada. Era una época en la que tenía bastante trabajo, muchas horas delante del ordenador, … y durmiendo y descansando poco. Así que no le di demasiada importancia en ese momento.
Llegaron las vacaciones de navidad, y empecé a notar que esa pequeña sombra que veía se estaba haciendo más presente.
Con la imagen de referencia de Marta se puede ver más o menos lo que yo veía (con las gafas puestas, eso sí!):
IMAGEN DE REFERENCIA (OJO IZQUIERDO)
LO QUE YO VEÍA (OJO DERECHO)
Creo que al principio sólo lo notaba en lugares cerrados pero un poco amplios en los que tenía referencia de un ojo y otro, … Creo que en la calle no lo notaba porque no tenía referencia, … si era una cuestión de campo visual, no tenía muy claro donde acababa mi campo visual, donde empezaba el párpado, … pero a medida que fue pasando el tiempo, lo fui notando un poco más, y decidí ir al oftalmólogo.
Hablé con JL, un compañero de clase de pintura, que es oftalmólogo, y me atendió enseguida.
13 de enero de 2010
Me estuvo mirando y requetemirando… Comprobó mi visión y mi campo visual, que es como yo lo había notado, y nos dimos cuenta de que con mi ojo derecho tenía más pequeño el campo visual.
Primero, con la pupila ya dilatada, me miró con el aparato este que se ponen, que a mí me parece un casco de realidad virtual, … y luego con la lente que contacta el ojo, que no sé como se llama, pero que es tan molesta, …
Y me confirmó que tenía un desprendimiento de retina, …
Que con el primer aparato veía el principio, pero no veía el final, y por eso utilizó la otra lente, porque así se puede tener una visión de la periferia de la retina.
Respecto al desprendimiento, … me dijo que no tenía claro si era un desprendimiento o una retinosquisis. La diferencia: en el desprendimiento de retina se separan todas las capas de la retina; en la retinosquisis sólo se separan algunas.
Aclarado esto, me dijo que fuese a urgencias, y que ahí decidirían qué hacer.
Ante mi cara de horror por la noticia, me dijo que podía ir a comer tranquilamente a casa, comentárselo a mi chico, a mi madre, … que no hacía falta que les llamase desde el hospital.
Mi desprendimiento fue en la parte inferior, … por eso veía la sombra arriba, … si el desprendimiento hubiese sido en la parte superior, como la gravedad ayuda a que se “caiga” me mandaría directa al hospital a que me tumbasen, pero me dio un poquito de margen.
Así que fui avisando a V, a mi madre, a mis hermanos, … y por la tarde, mi madre me acompañó a urgencias.
Me atendieron en seguida, … me estuvieron mirando los dos ojos, me dilataron las pupilas, me volvieron a mirar, primero con el “casco de realidad virtual” y luego con la lente!
A estas alturas ya estaba agotada de tanto dilatar la pupila, de tanta luz, de tanta lente que contacta el ojo, … que cuando te lo quitan, tienes sensación de que te has quedado ciego! Qué angustia!
La doctora que me vio en urgencias, me comentó que se inclinaba por una retinosquisis, pero que no lo veía del todo bien, … que no veía desgarro, que sólo lo veía separado, que como era muy periférico no lo veía del todo claro, … pero que los retinólogos del equipo lo verían más claro.
También me comentó que aunque se inclinaba por una retinosquisis, que no le cuadraba del todo, porque ese tipo de desprendimientos suelen ser congénitos o seniles. Los congénitos se suelen dar en la primera década de la vida y en varones (vamos que yo a mis 34 añitos, y siendo chica, no encajaba del todo en el perfil), y los seniles se dan a partir de los 50, con lo que tampoco encajaba en el perfil, … No obstante, se inclinaba por uno congénito, … En el otro ojo me dijeron que tenía un pequeño quiste, … que no tenía importancia, pero que este dato hacía que también se inclinase por un desprendimiento congénito. Además en medicina, hay miles de casos, y muchas cosas que no se ajustan a la norma, …
Sospecho que a estas alturas mi madre pensaba, … “nos ha salido rarita la niña”, entre todas las angustias de ver lo que me estaban haciendo en el ojo, … dice que visto desde fuera da mucho miedo!
El caso es que después de verme, y de valorar mi caso, decidieron ingresarme. Dijeron que también por precaución, para que hiciese reposo, para proteger mi visión, que es fundamental para mi trabajo, …
Me indicaron una postura para el reposo, … ya sabes, cuanto menos te muevas mejor, … para no ponérselo más fácil a la retina, y que esté lo más quieta posible.
Esto fue un miércoles (por la mañana con JL, por la tarde en urgencias e ingresar).
Resulta que en Burgos, las retinas las operan los miércoles por la mañana, así que mala suerte, … hay que esperar otra semanita!
Colocaron un montón de carteles en la cabecera de mi cama, … cúbito lateral derecho, tumbada o ligeramente reclinada, …
14 de enero de 2010
El jueves por la mañana me vio el equipo y me empezaron a preparar el preoperatorio: electro, análisis, … etc.
Y me empezaron a comentar de la operación, … anestesia local, una pequeña sedación para estar tranquila, y seguramente vitrectomía y gas, … con lo cual, en el postoperatorio, castigada boca abajo, como unas tres semanas, …
Con estas noticias mis amigos y mis primos se pusieron manos a la obra, y empezaron a buscar audiolibros, y músicas varias, … para estar entretenida.
15 de enero de 2010
El fin de semana me dieron permiso para irme a casa, … y la verdad es que me pasé todo el finde sentada en el sofá con la cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha, … a veces me imaginaba desde fuera, y me parecía una “vespa” aparcada en el sillón!
19 de enero de 2010
El martes volví a ingresar a primera hora de la mañana, y me vio la doctora que me iba a operar. Ella me comentó que la operación que me iba a hacer consistía en poner un explante, fijar la retina con criopexia y colocar un cerclaje.
Le pregunté por el “castigo” del postoperatorio, … y me dijo que como no me ponía gas, que no tendría que estar unas semanitas boca abajo. Que valorando mi caso, consideraba que era más adecuado, ya que con la otra intervención, con la vitrectomía, etc, había riesgo de catarata, y que en una persona tan joven (gracias doctora) no quería asumir ese riesgo. Y de todas formas, si esto iba bien, fenomenal! Y si no, pues quedaba la opción de la vitrectomía.
A estas alturas, mi chico ya se había hecho el “master” de cirugía de la retina, … Así que, me informó:
Un explante es como un implante pero por la parte de fuera del ojo, para acercar la parte de fuera a la retina que se ha despegado y que está abombada hacia dentro.
La criopexia es una de las técnicas de pegado de la retina, está el láser (con calor) y la criopexia (con frío).
Y el cerclaje, que casi todos conoceis, un cinturón alrededor del ojo, para sujetar el explante, para sujetar todo en su sitio.
Preparativos para la operación
Ayer tuve cita con el anestesista. Siempre hay que verle antes de una operación. Lo único que hizo fue tomarme la tensión, pesarme, preguntarme si fumo o bebo (no a ambos), si soy alérgica a algún medicamento (no que yo sepa) y darme unos papeles para que firme antes de la operación, que imagino serán la autorización para la anestesia, por si la pifian y me quedo en el sitio o algo.
Hoy ya me tocó empezar con las nuevas gotas. He interrumpido el Colircusí Ciclopléjico, el Tobradex y el Oftalar, aunque continúo con el Timoftol para mantener a raya la tensión ocular. He empezado a echar otras dos gotas: Oftacilox, que lo tengo que echar tres veces al día en ambos ojos, y que sirve para prevenir infecciones, y Diclofenaco-lepori, que pongo tres veces al día sólo en el ojo izquierdo y que sirve para tratamiento de inflamaciones, dolores y fotofobia, y también para evitar que la pupila se contraiga (a lo que se llama inhibición de la miosis, según el prospecto). No parece sonar muy mal, y casi mejor, porque al echarlas en el ojo esta mañana temprano y con el cambio de gotas y lo atontada que estaba al despertar, me eché el Diclofenaco (qué palabra tan fea, suena incluso peor que el Ciclopléjico) en los dos ojos. Si es que no se puede ser tan atolondrada... :P
El día 7 tengo cita de nuevo para recoger más papeles y concretar la hora de la operación. Hasta entonces seguiré en casita disfrutando de mis gatos.
Ah, os pongo las fotos prometidas en las que creo que se percibe bien el leve estrabismo con el que me han dejado. En otras posiciones no es tan obvio, pero en estas creo que se nota bastante:
El ojo aún no ha recuperado su tamaño normal, y la pupila la he seguido manteniendo dilatada con el Colircusí Ciclopléjico. Con tanta cirugía agresiva dudo de que mi ojo vuelva a ser el mismo, así que me daré por contenta si conservo medianamente la vista. En estos tres meses ya casi me he acostumbrado del todo a valerme sólo del ojo derecho, pero bah... como que no es lo mismo. Echo de menos mi ojo izquierdo. A ver si lo recupero. ;-)
lunes, 3 de mayo de 2010
Próxima operación
Hoy he ido a la revisión y parece ser que la retina está un poco levantada en un punto, formando una pequeña "tienda de campaña", aunque el doctor no se ha preocupado porque ha asegurado que el entorno de esa zona está fijado con el láser. Además, lo repasará con un poco más de láser durante la operación de extracción del aceite. Por lo demás, el estado de la retina parece correcto y el doctor no me comentó nada de que hubiera catarata (todavía).
La operación de extracción del aceite se ha fijado para el día 8 de junio. Como ya he comentado, se supone que me quitarán el aceite y me pondrán gas, que se disipará solo a lo largo de varias semanas, en las que es probable que tenga que estar boca abajo o tal vez del lado derecho, ya veremos lo que me dicen.
De aquí al día 1 de junio continúo con las mismas gotas que he estado poniendo y llegado el día 1 empezaré con unas nuevas con vistas a la operación.
Y creo que nada más... Esta vez la visita ha sido breve. :-)
La operación de extracción del aceite se ha fijado para el día 8 de junio. Como ya he comentado, se supone que me quitarán el aceite y me pondrán gas, que se disipará solo a lo largo de varias semanas, en las que es probable que tenga que estar boca abajo o tal vez del lado derecho, ya veremos lo que me dicen.
De aquí al día 1 de junio continúo con las mismas gotas que he estado poniendo y llegado el día 1 empezaré con unas nuevas con vistas a la operación.
Y creo que nada más... Esta vez la visita ha sido breve. :-)
martes, 13 de abril de 2010
Quinta revisión
Ayer tuve la quinta revisión en el Hospital General de Castellón, y todo parece seguir bien. De momento no hay arrugas en la retina, no hay desgarros ni desprendimientos y no hay catarata. Tampoco hay fecha para la operación, el doctor prefiere esperar un poco más para asegurarse de que no surgen problemas de arrugamiento. Mi ojo a día de hoy tiene este aspecto (dos meses después de la operación):
Podéis ver que sigue un poco hinchado (ya me empiezo a preguntar si algún día recuperará su tamaño normal), pero no me produce ningún tipo de molestia. Sigo echándole gotas a mansalva y el pobre no dice ni mú. La tensión en ese ojo ha bajado de 23 a 16 gracias al Timoftol, así que bien, también. Lo único que percibo a veces es un ligero estrabismo, una desviación del ojo hacia arriba (hipertropía, creo que se llama) que el oftalmólogo ha dicho que suele corregirse por sí sola y que ocurre por culpa del cerclaje. Hay personas que ven doble durante una temporada, y por lo que parece también es normal y también se corrige solo.
El cerclaje, en efecto, ya no me lo quitan. En algunos casos el propio cuerpo termina por expulsarlo al cabo de cierto tiempo. Por lo visto, empieza a asomar por la parte visible del globo ocular, y en ese caso sí que habría que extraerlo. En caso contrario, no.
Esto es una aproximación (mala) de cómo veo ahora:
Veo el centro más o menos enfocado (con las gafas puestas, claro), pero todo lo demás es casi como si tuviera nubes alrededor, o como si estuviera acuoso. El arco que se ve a la izquierda es la sombra negra de la que hablé la última vez. Como la retina está bien, creen que puede ser del párpado o del aceite de silicona.
Lo importante ahora es que la retina está bien, y cuanto más tiempo pase estando bien, mejor. Pero, como dijo el oftalmólogo, cuando me vuelva a operar y me quiten el aceite de silicona, el contador se pondrá de nuevo a cero y habrá que esperar lo mejor. Nos contó que, al pinchar el ojo para operar, este se inflama y se crean unas células "inflamatorias" que ocuparán el espacio que ocupaba antes el vítreo. Estas células se convierten, al cabo de unos días y en 20 de cada 100 personas, en fibroblastos, los cuales generan fibrina, que es una especie de tela de araña que se contrae, tirando de la retina y pudiendo desgarrarla. La fibrina es un intento del organismo por cicatrizar heridas, pero en la retina es totalmente perjudicial. El que se fabrique la fibrina o no depende de un gen, pero como no me han hecho estudios genéticos pues no sé si lo tengo y a saber lo que pasará. Ojalá no forme parte de ese 20% de personas. Obviamente, incluso en personas con este gen se intenta inhibir la creación de fibrina disminuyendo la inflamación con cortisona y cosas así, aunque no siempre funciona.
Un riesgo del que he oído hablar es el de que, con el tiempo, el aceite de silicona emulsione. Como no sabíamos lo que significaba esto, Emilio le preguntó al doctor y este nos contó que significa que se crean burbujitas, como si fuera jabón. No parece que haya ningún problema adicional, salvo quizá que la visión sea algo peor. Por otra parte, el aceite de silicona que se pone está totalmente purificado y hace mucho que no se producen emulsiones por este motivo, aunque él suele advertir de ello igualmente.
Y bueno, sigo sin poder estar boca arriba, sin hacer movimientos bruscos y sin coger demasiado peso. Tengo que seguir echando gotas, esta vez el Tobradex y el Oftalar cada ocho horas (antes eran cada seis) y el Ciclopléjico y el Timoftol cada 12. Por lo demás, mi vida es totalmente normal.
Próxima cita, el día 3 de mayo. ;-)
El cerclaje, en efecto, ya no me lo quitan. En algunos casos el propio cuerpo termina por expulsarlo al cabo de cierto tiempo. Por lo visto, empieza a asomar por la parte visible del globo ocular, y en ese caso sí que habría que extraerlo. En caso contrario, no.
Esto es una aproximación (mala) de cómo veo ahora:
Veo el centro más o menos enfocado (con las gafas puestas, claro), pero todo lo demás es casi como si tuviera nubes alrededor, o como si estuviera acuoso. El arco que se ve a la izquierda es la sombra negra de la que hablé la última vez. Como la retina está bien, creen que puede ser del párpado o del aceite de silicona.
Lo importante ahora es que la retina está bien, y cuanto más tiempo pase estando bien, mejor. Pero, como dijo el oftalmólogo, cuando me vuelva a operar y me quiten el aceite de silicona, el contador se pondrá de nuevo a cero y habrá que esperar lo mejor. Nos contó que, al pinchar el ojo para operar, este se inflama y se crean unas células "inflamatorias" que ocuparán el espacio que ocupaba antes el vítreo. Estas células se convierten, al cabo de unos días y en 20 de cada 100 personas, en fibroblastos, los cuales generan fibrina, que es una especie de tela de araña que se contrae, tirando de la retina y pudiendo desgarrarla. La fibrina es un intento del organismo por cicatrizar heridas, pero en la retina es totalmente perjudicial. El que se fabrique la fibrina o no depende de un gen, pero como no me han hecho estudios genéticos pues no sé si lo tengo y a saber lo que pasará. Ojalá no forme parte de ese 20% de personas. Obviamente, incluso en personas con este gen se intenta inhibir la creación de fibrina disminuyendo la inflamación con cortisona y cosas así, aunque no siempre funciona.
Un riesgo del que he oído hablar es el de que, con el tiempo, el aceite de silicona emulsione. Como no sabíamos lo que significaba esto, Emilio le preguntó al doctor y este nos contó que significa que se crean burbujitas, como si fuera jabón. No parece que haya ningún problema adicional, salvo quizá que la visión sea algo peor. Por otra parte, el aceite de silicona que se pone está totalmente purificado y hace mucho que no se producen emulsiones por este motivo, aunque él suele advertir de ello igualmente.
Y bueno, sigo sin poder estar boca arriba, sin hacer movimientos bruscos y sin coger demasiado peso. Tengo que seguir echando gotas, esta vez el Tobradex y el Oftalar cada ocho horas (antes eran cada seis) y el Ciclopléjico y el Timoftol cada 12. Por lo demás, mi vida es totalmente normal.
Próxima cita, el día 3 de mayo. ;-)
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