En lo único en lo que ha cambiado en estos dos días es en que ahora puedo abrirlo unos milímetros, mientras que hasta ayer se negaba. Molestias no tengo, lo cual es un alivio. Desde el martes sólo me he tomado dos Nolotiles y porque notaba pequeños pinchazos. En ningún momento he notado dolor agudo ni nada parecido.
Al ir a la revisión, una enfermera me destapó el ojo y me limpió algunas costras que se habían formado en el lacrimal. El día de la operación se me caían algunas lágrimas con restos de sangre y por lo visto dejaron esa zona hecha un cristo, así que la enfermera tuvo que limpiarla durante un par de minutos, frotando bastante fuerte. Por suerte, el lacrimal no está sensible y se puede limpiar sin problemas. La enfermera me pidió disculpas, creyendo que me hacía daño, pero me apresuré a tranquilizarla, diciendo que no me dolía nada.
Luego el doctor me miró el fondo de ojo situándome en el aparato ese en que se posan la barbilla y la frente y me dijo que la retina estaba en su sitio y que todo parecía ir bien. Estábamos rodeados de estudiantes y tres de ellos hicieron cola para ver mi ojo. Con los dos primeros no hubo ningún problema. La tercera sí fue un problema. Mientras que todos los demás me abrieron el ojo correctamente para ver la retina, es decir, poniendo el dedo justo debajo de la ceja y más arriba del globo ocular y tirando hacia arriba, esta chica pretendió abrirme el ojo poniendo los dedos índice y pulgar sobre el globo ocular, justo por encima y por debajo de mis pestañas, tocándome el párpado justo sobre la pupila. Y pretendió abrir el ojo usando sus dedos como pinza. Lógicamente, me retiré del aparato y me disculpé, quejándome de que me hacía daño. Es molesto incluso en un ojo sano, pero en uno recién operado no os quiero ni contar. Segundo intento: lo mismo. Me volví a retirar y me pregunté para dónde estaba mirando el doctor. ¿Es que no podía enseñarle cómo se hacía? Tercer intento: más de lo mismo. "Es que si no lo abro no puedo ver la retina", protestó ella. "Pues los demás la vieron y no me hicieron daño", repliqué yo, mientras casi se me saltaban las lágrimas del dolor. Cuarto intento: mal. "Mira, espera, que lo abro yo", dije. Y ni corta ni perezosa, abrí mi ojo tirando con un solo dedo desde la ceja y santo remedio. "¿Lo ves ahora?", pregunté. "Sí, ahora lo veo", dijo ella. Ignoro si se fijó en cómo lo hacía yo, pero espero que se haya dado cuenta de que ella hacía algo mal y se moleste en aprender cómo se ha de hacer, y no sea del tipo de gente que dice que el paciente es un quejica y se quedan tan anchos. Aún me estaba mirando la retina cuando el doctor nos vio, a ella mirando y a mí sosteniendo mi párpado. "Anda, mira, hasta te ayuda", dijo el doctor con tono divertido. Tarde, compañero, podías haber mirado un poquito antes.
Le pregunté qué era lo que había dicho en la operación, eso de lo que se quejaban los pacientes cuando no conseguían sacar todas las burbujas del aceite de silicona. Me respondió que nos quejamos de ver moscas volantes que interfieren en nuestra visión, lo que se llama miodesopsia, que es lo que yo había oído.
La revisión no duró más. El doctor dijo que iba bien la cosa y me citó para el día 6 de julio. Le pregunté entonces si había algún problema en pasar un puerto de montaña... que me estaba planteando ir a Asturias la semana que viene. Me miró con cara de no saber qué decirme. "¿Qué hacemos?", dijo por fin sonriendo, "¿le quitamos las vacaciones?". Finalmente me dio permiso para ir, con la promesa de guardar reposo. Se me permite pasear y tal, pero nada de movimientos bruscos, agacharse, realizar esfuerzos... También me dejó claro que si me hubieran puesto gas no habría podido ir, pues no se puede ni subir a un puerto de montaña ni a un avión. A medida que se sube, el ojo empieza a doler porque el gas se expande y llega un punto en el que el dolor es tan insoportable que hay que bajar. Sin embargo, a mí me han puesto aire, así que no tendré ese problema. En conclusión, que el martes salimos para Asturias.
Quizá os preguntáis cómo veo en este momento cuando abro el ojo. Pues veo así:
Lo inferior es la burbuja de aire. Yo la veo abajo, pero debe de estar arriba flotando, porque ya sabemos que la retina lo pone todo patas arriba. Si me tumbo, se mantiene en su posición inferior, sin ladearse, flotando sobre el líquido del ojo. El que se vea negra creo que debe de ser un efecto de la luz. Si me pongo boca abajo, el tono se hace más clarito y ocupa toda mi visión. Veo a través de ella, pero muy poquito. El doctor me advirtió que esta burbuja desparecerá en pocos días. Es más, él decía que desaparecería ayer u hoy... pero no ha sido el caso.
Independientemente de esa burbuja, veo muy borroso tanto a través de ella como en la parte superior. Una vez extraído el aceite de silicona y con el ojo apretado por el cerclaje, es de suponer que tendré unas 10 dioptrías de miopía. Antes tenía 6,5 en lentilla, que serán unas 7,5 en gafa. Calculando unas dos dioptrías y pico más por culpa del cerclaje... pues sí, supongo que rondaré las 10. ¡Y que ese sea el peor de los males! Si no se me vuelve a desprender la retina, firmo ya mismo.
Sólo queda esperar. Os iré contando la evolución.
No puedo entender que dejen a un estudiante mangonear con un ojo sin supervisión estricta y constante.
ResponderEliminarPero en fin, hay tantas cosas que no entiendo...
Yo no sé nada de ofatlmología, y no se me ocurriría abrir un ojo ajeno así, aunque no lo hubiera hecho en la vida.
Bueno, ... poco a poco!
ResponderEliminarAhora paciencia, cuidados delicados, ... y ya verás como dentro de nada puedes abrir del todo el ojo, y la cosa va volviendo a su aspecto normal!
Me alegro de que todo vaya bien!
ánimo
RAq
Pues yo tampoco lo entiendo, Guti. Como vuelva a suceder algo así, se lo digo directamente al doctor: "¡Oiga! ¿Puede enseñarle usted cómo se hace?".
ResponderEliminarGracias, Raquel, de momento la cosa parece ir bien. Mañana tengo revisión. Por la tarde-noche actualizaré el blog. :-)
Yo entiendo que tienen que aprender, ... pero con cuidadito!!!!!
ResponderEliminarQue no vamos ahí a sufrir (más)!
Por supuesto que si te vuelve a pasar, quéjate!!!!
Es más molesto que te vea uno que está aprendiendo, porque les cuesta diez veces más ver las cosas, ... pero de ahí a que te meta el dedo en el ojo, ... no sé yo!
Bueno suerte para hoy! ya nos contarás!
Y por cierto, qué tal el viaje????
Ánimo!!!!