lunes, 15 de febrero de 2010

El desprendimiento

El jueves 11 empecé a notar una mosquita negra, tal que así:


No me di cuenta de que era nueva, la verdad. Si lo hubiera hecho, habría acudido a urgencias de inmediato. Pero había sido tanto el polvo y suciedad que había tenido en la mirada, que pensé que era un resto de ellos en el que no había reparado antes.

Luego vi dos.

Y de pronto, de un momento para otro, me encontré viendo esto:


Eran las doce de la noche y ya me iba a acostar. Lo hice de todos modos y al día siguiente a las ocho y pico de la mañana me presenté en urgencias de nuevo. Me miraron con cara rara: "a esta chica, ¿no la diste de alta la semana pasada?". Y me miraron pidiendo explicación. Enseguida pusieron cara de preocupación cuando hablé de una mancha negra con pérdida de campo visual. Me echaron gotas para dilatar la pupila y me miraron con una lupa estampada en una especie de visera. "Mira a la derecha, mira a la izquierda"...

- Uf, ¡míralo! -exclamó la chica que me examinaba-. ¡Es enorme!

Allá vino mi oftalmólogo a mirar también. Por lo visto, tengo un desprendimiento gigante, poco habitual y difícil de reparar a la primera. Vinieron varios a verlo y me hicieron fotos por lo raro que era, y me dieron una cuando se la pedí para conservarla. Ya la pondré por aquí cuando la digitalice.

Me citaron para una operación urgente en quirófano. Me opero mañana, martes 16 de febrero.

Me lo han pintado muy negro. Me han dicho que, con un desgarro tan grande y aunque la retina siempre pega en la operación, es muy fácil que queden arrugas que no sólo me impedirán ver bien, sino que facilitarán futuros desprendimientos cuando el líquido del vítreo se cuele entre las arrugas. Básicamente me han dicho que esta será la primera operación de muchas. Me dejaron hecha polvo, la verdad, y me miraban todos con preocupación, lo cual no me confortaba. Cuando llegaba un nuevo oftalmólogo y miraba la foto digitalizada en pantalla, movía la cabeza negativamente con expresión grave, como diciendo: "chungo, chungo".

Me "recetaron" reposo absoluto. Me ofrecieron ingresar, pero preferí irme a casa a cambio de respetar el reposo. Me dijeron que podía leer y ver la tele (o el ordenador), pero manteniéndome siempre con la cabeza inclinada a la izquierda o boca arriba. Ahora mismo estoy en el sofá, reclinada, con la cabeza inclinada hacia mi izquierda. Creo haber guardado el reposo bastante bien, por la cuenta que me trae. Tengo la suerte de tener a Emilio, que me cuida muchísimo, y a sus padres, que también. Mi madre vendrá el miércoles a ayudarme también, porque el postoperatorio promete ser mucho peor: reposo absoluto durante mes y medio o dos meses, probablemente boca abajo, incluso para dormir (sí, la cabeza también) y totalmente inmóvil. Esto os lo confirmaré cuando pueda volver a escribir.

Esta noche me tomaré un tranquilizante que me han recetado para que vaya tranquila a la operación. En el blog de María (ver enlaces) he leído que la operación es totalmente indolora y no te enteras de nada. Con eso cuento.

Gracias a mi amigo Ramón tendré algunos audiolibros para pasar el tiempo durante la primera semana de postoperatorio. Me vendrán bien, necesitaré mucha paciencia.

4 comentarios:

  1. uf... pero que rapido ha sido todo no?....
    animo, animo y animo.... que ya veras que sale bien, no hagas caso a las caras que pongan los medicos, ya veras como dentro de nada estas animando de nuevo con el mentor... ya veras

    tranquilidad para mañana y con una sonrisa, que esto es solo un pequeño bache... seguro!

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  2. Hola Marta, sigo tu blog desde hace tiempo y también estoy aprendiendo en esto de la animación. Me entristece esto que te ha ocurrido aunque seguro que sabrás salir para adelante y pronto retomarás tu am. Suerte en tu operación y ánimo.

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  3. Hola Marta, supe de tu caso por la srta [M] y no he podido evitar el dejar un comentario para desearte todo el animo posible. Espero que te recuperes pronto y que, desafiando a esos medicos negativistas, dentro de poco todo esto sea un mal recuerdo.

    De nuevo, mucho animo.

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  4. Bueno, lo que pasa es que no saben con quién se juegan los cuartos, y por eso tienen miedo. Pero tú no lo tengas, en este caso no sirve para nada. Va a ser duro, pero va a salir bien. (Afrontar algo duro que sale bien... Pero si eso ya lo has hecho un montón de veces, estás entrenada).

    Y encima, por si ya tenías tú buen karma a raudales, ahora tienes las reservas rebosando con todo lo que te estamos enviando el resto del mundo.

    Así que al ataque.

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