En marzo o en abril tuve nueva revisión, pero no hay mucho que contar. Me dijeron que la lente intraocular estaba un poquito sucia, pero que no era preocupante porque era fácil de operar con láser. Mi visión, desde luego, no había mejorado y no había nada nuevo que justificara un post.
Ayer fui al IMO. Tengo una cita prevista en la seguridad social para noviembre, pero como me voy a Francia durante unos meses, preferí irme con la certeza de que, al menos por ahora, mi retina está correcta.
Y bueno, pegadita está. Algo es algo. El ojo derecho sigue bien.
Primero me graduaron la vista e intentaron hacer converger la visión de los dos ojos cambiando lentes, sin éxito. Veo claramente doble y además mi visión del ojo malo está rotada hacia la derecha. Aparte, cómo no, de que veo borroso y deformado.
Luego me dilataron las pupilas y me miraron la retina y la lente. El doctor García-Arumi, que fue quien me atendió, me informó de que tenía la cápsula que contiene a la lente totalmente opaca. La cápsula, no la lente. ¿Por qué es importante esto? Porque si la lente se ensucia, que no es nada habitual, cambiarla de nuevo es un rollo y requiere quirófano. Por lo visto, cuando introducen la lente intraocular la ponen en su sitio plegada, y entonces se despliega ya colocada donde toca. Quitarla supondría muchos más problemas. En cambio, limpiar la cápsula que la contiene se hace en cinco minutos con láser. Pero no la limpian: la agujerean para permitir que pase la luz. Podéis leerlo
aquí, donde lo explican muy claramente.
El doctor me explicó que por eso veía mal. Supongo que no están acostumbrados a que les contradigan cuando son tan expertos en lo suyo, pero sospeché que estaba equivocado y tuve que hacerlo. No me cabe ninguna duda de que la opacidad de la cápsula posterior me quita visión, pero hubo un tiempo en que no tenía cataratas (por ejemplo, justo después de la operación de cataratas) y seguía viendo borroso y deformado. El doctor sugirió que a lo mejor me habían puesto una lente sucia. Esto me sonó chungo y además, no sé por qué de repente se puso a hablar de la lente cuando el problema es la cápsula (a veces, como dice el artículo que os he enlazado, hablan de lente y no de cápsula para simplicarle los conceptos al paciente, aunque lo que dicen sea mentira). La cápsula no me la pueden poner sucia porque no me la cambiaron, y tampoco creo que la tocasen, porque el doctor Ramos sabía el riesgo que conllevaba tocar esa cápsula posterior. Me lo explicó claramente en su día, y lo transcribí aquí en algún post anterior. Lo único que podría haber pasado es que el aceite de silicona hubiera ensuciado la cápsula y los doctores Ramos y Peris no lo hubiesen notado, lo cual me parece raro.
Como en el IMO también comenté que en el OCT mi retina aparecía arrugada, me hicieron un OCT tras darme el presupuesto (202€ sólo esta prueba, 307€ la consulta completa) y me mostraron los resultados. El doctor García-Arumi me explicó que sí, que estaba como un acordeón, pero me dijo algo más, algo muy interesante: sobre la retina se ha formado una membrana que está formada por células similares a los fibroblastos (sin serlo) y por colágeno. Esta membrana contrae la retina y esto es lo que la ha arrugado. Pero el doctor insistía en que no creía que estas arruguitas me quitasen visión. no creía que afectaran lo más mínimo. Yo, por el contrario, intuí que ahí estaba la respuesta a mis preguntas. El doctor ya se reía con cierta condescendencia y casi diría fastidio, cuando yo le decía que supusiera el caso de que me operaba la cápsula y seguía viendo mal. Se hizo el remolón para contestar, y entonces ya habló de cirugía en quirófano para retirar la membrana, aunque comentó que esto no tenía por qué suponer un riesgo para la retina si se hacía con cuidado.
Le pregunté el nombre de la membrana: membrana epirretiniana macular.
Como el doctor no le dio importancia a las arrugas de mi retina (aunque intenté en vano hacerle entender que mi experiencia me decía todo lo contrario), no me dio mucha más información. Pero teniendo el nombre, no hubo más que buscar un poco por internet para encontrar
todos mis síntomas.
Me ofrecieron operarme allí mismo de la cápsula posterior, por 367€ más. Quedé pediente de pensarlo, porque por la seguridad social me saldría gratis y, si he de ser sincera, no me creo que mi visión vaya a mejorar sustancialmente. Que ojalá, ¿eh? Pero no me lo creo. En cualquier caso, igual me opero de todos modos cuanto antes. Así se les acaban las excusas y afrontamos el problema que yo creo que es el verdadero, y es el de la membranita esta. Y qué más quisiera yo que equivocarme, oiga usted.
El caso es que en el enlace ese que os he pasado urgen a quitarla, porque cuanto más se arrugue la retina, menos visión se recupera.
La visita al IMO, por lo tanto, dio sus frutos, lo cual está muy bien, porque no fue barata y encima perdí mi vuelo a Asturias y Emilio su tren a Castellón. Menuda tarde, todo un despropósito. Pero no me acaba de convencer el trato. Tengo la impresión de que te tratan como si fueran poco menos que imbécil. No te explican nada y, en la mayoría de los casos, no te dicen nada a menos que preguntes. Y cuando preguntas, a veces da la impresión de que no quieren contestarte. Emilio le preguntó varias veces a la que me estaba graduando la vista si la divergencia de mis ojos podía deberse al cerclaje. Ella no le contestó en ningún momento, y nos hemos quedado con la duda, de hecho. Tampoco me ha dicho qué graduación tengo, así que perdí media hora graduando para que ellos sepan qué graduación tengo y no me la digan a mí. Para colmo, cuando ya me iba vi que no me daban ningún informe o prueba, donde al menos yo pudiera leer por mí misma todos los resultados de todas las pruebas y ver las fotos de mi retina, que en la ocasión anterior me habían entregado junto a la factura. Esta vez, me sorprendió no verlas y las reclamé. Me dijeron que para eso tenía que ir a otro mostrador, donde me dijeron que me las enviarían por correo, que eran mías, las había pagado y tenía derecho a ellas. ¡Faltaría más!
En resumen, muy frío el trato, muy poca información y la sensación constante de ser una molestia que tienen que aguantar para ganarse el pan.
Pero al menos saqué algo en claro. Y si tengo que operarme allí, supongo que estaré en buenas manos. Digo yo.