martes, 12 de abril de 2011

Un año y dos meses después

Como sabéis, ayer tuve mi revisión y la buena noticia es que la retina sigue perfectamente pegada. Aguanta como una campeona, la pobre, y ojalá que siga así, yo sigo cruzando los dedos y evitando esfuerzos, movimientos excesivamente bruscos y esas cosas. Salvo estos cuidados, llevo una vida perfectamente normal con un solo ojo. Digo uno solo porque, aunque la retina sigue pegada, aún no he graduado ni gafas ni lentillas para empezar a utilizar de nuevo el ojo enfermo. He vuelto a trabajar (¡por fin!) y estoy contenta porque, de momento, todo va bastante bien y mi otro ojo, el sano, se está portando fenomenal, manteniendo el tipo a pesar de haber sido antaño "mi ojo malo".

Tenía la esperanza de que en esta revisión hubiera aumentado mi visión al 50%, pero sigue en el 40%. Quién sabe, quizá con el tiempo, una caña, y unas cuantas células madre... Pregunté a qué se debe la pérdida de visión, si es por la cicatriz o qué. El doctor Peris me explicó que la retina aporta nutrientes a las células que conforman la visión (conos y bastones), y que cuando se desprende muchas de estas células mueren por falta de ellos. Estas células son células neuronales y por lo tanto no se regeneran, así que la pérdida de visión es, hasta la fecha, irreparable. Por el centro veo un poco peor que por la periferia, pero me han confirmado que la mácula está intacta, así que probablemente se debe a la pérdida de un mayor número de células en esa zona. Me hicieron un OCT (el diagrama del perfil de la retina que mostré anteriormente en algún post y que también mostró Raquel) y todo parece correcto, no hay líquido tras la retina. Todo bien.

Han detectado, eso sí, una pequeña catarata. De momento es tan pequeña que ni siquiera me dificulta la visión, y es posible que no siga creciendo, dado que ya no hay aceite de silicona ensuciando el cristalino. Habrá que esperar y vigilarla para saberlo seguro. Está claro que acabará dando guerra, pero preferiría que fuese cuando tenga yo unos 80 años. :D

A día de hoy sigo poniendo gotas de Timoftol en el ojo para bajar la tensión ocular. La buena noticia es que esta vez la tensión estaba muy baja. Me han dado cita para el día 8 de junio con la indicación de que el día 8 de mayo he de dejar de poner Timoftol. En un mes, veremos cómo se comporta esa tensión sin las gotas para controlarla. Si sigue correcta, me quitarán el Timoftol, y ya no tendría que poner nada.

Mi pupila sigue dilatada, y no hay visos de que vaya a recuperar su tamaño normal. No me preocupa demasiado, no creo que tenerla bien marcase una gran diferencia. Un día de estos me haré una foto para que veáis cómo ha quedado.

Y bueno, mi doctor no deja de decir que, con el tremendo desprendimiento que tuve, un 40% es para darse con un canto en los dientes, y aún no se cree mucho que no se haya desprendido de nuevo. Me he de considerar, pues, afortunada, y os aseguro que sacaré todo el partido que pueda de ese 40% mientras dure, y en cuanto gradúe las gafas empezaré a entrenar el ojo a ver si consigo subir al 50%.

¡Un beso a todos y muchos ánimos!